28.5.15

EL BARRANCO

Arquitecto: Milton Barragán
Análisis, digitalización y fotografías:  Berenice López 









 








Vista Exterior, Jardín. Berenice López
Vista Exterior, Jardín. Berenice López








Vista Exterior, Fachada calle San Ignacio. Berenice López

 
Vista Exterior, Detalle Terrazas.  Berenice López



































































      "(...) haciendo honor a su nombre. Construido en una ladera, propicia una perspectiva tan cautivadora como vertiginosa. El inmueble se transforma en un mirador donde Guápulo se torna protagonista: una vista privilegiada acoge al popular barrio quiteño. La oficina de Milton Barragán se encuentra en este edificio,  Allí, el arquitecto y artista ecuatoriano puede “no solo regocijar la vista, sino respirar un poco de aire más puro” D. De la Torre(s.f.) 1


Ubicado en el balcón bohemio de Quito. En una peña con de 200m de profundidad en Guápulo. El edificio El Barranco, se implanta. Fue realizado y construido por Miltón Barrangán, en colaboración con el Arq. Hernan Orbea. Entre 1991-1992.
Integrado por quince unidades de vivienda, de diferentes áreas incluyendo planta baja, y un subsuelo de estacionamientos. Se ha caracterizado por poseer un partido estructural híbrido, pues se adapta a la fuerte pendiente de manera muy libre. Dando como resultado una fachada posterior con variedad de terrezas escalonadas. Que partiendo desde el septimo piso yacen "apoyadas" a la topografía.

Desde el acceso occidental, por la calle San Ignacio, la arquitectura responde a la pronunciada topografía mediante la volumetría que se implanta diagonalmente y en juego con la altura. Uno a uno, cada nivel y fachada presentan un singular idioma en relación la una con la otra. 
Más allá de una cuestión simple y lógica de adaptación  al entorno, la obra de Barragán, sugiere una transformación por cada cota de elevación, lo que consigue brindar  espacialmente, de una característica cautivante en ese juego de luz y sombra, generadora de diversos ambientes-terraza, generosos.  Dos ejemplos de dicha estrategia  se expresan en el espacio que destinado al jardín, se abre completamente a lo largo de una alberca-solario, cuyo remate será un mirador que aprovecha de una visual absorbente, hacia el Monasterio, los valles de Tumbaco y Cumbayá; así como los nevados Cayambe, Antisana y Cotopaxi. 

Resultado, una relación armónica volumen-entorno y la esencia de la manipulación del hormigón que articula cada terraza y fachada del edificio. Sumando una de las singularidades específicas dentro de la obra: el nivel de expresión que alcanza el volumen, junto con la combinación híbrida entre arquitectura y escultura en una obra de gran esfuerzo estructural. Una obra de asociación forjada entre ser parte del contexto y jugar con la manera de hacer arquitectura, fuera de los estamentos constructivos "normales". Proporcionando las condiciones y naturaleza de obra que lleva el sello de este arquitecto por nombre.



1. D. De la Torre (s.f.) Obtenido de La Hora: http://www.lahora.com.ec/index.php/movil/noticia/1101813039/%3Csmall%3E%3Ctt%3EProtagonista%3C%2Ftt%3E%3C%2Fsmall%3E%3Chr%3EUn_edificador_de_sue%C3%B1os.html


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