24.1.14

JOSÉ MARÍA SÁEZ: ENSAYO CRÍTICO

Ensayo: Ramiro Salvador            
                                                                                                            
Reseña Biográfica

José María Sáez, arquitecto español nacido en Ávila en 1963, especialista en arquitectura bioclimática y rehabilitación, es invitado a Ecuador en 1995 para participar  en intervenciones y asesorías en temas de rehabilitación;  dentro de su permanencia en el país es  premiado por los trabajos de recuperación y rehabilitación  hechos en su casa y  en algunas obras  del Centro Histórico de Quito. Luego de diez años de docencia en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Católica, de la cual fue su cofundador,  empieza una etapa profesional de proyectos privados, que tienen como punto de inflexión el diseño y construcción de la Casa Pentimento en 2005. 
Sus estudios en Arquitectura los completó en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura en la Universidad Politécnica de Madrid en 1990, donde se especializó en arquitectura bioclimática y  temas de acondicionamiento e instalaciones en la rehabilitación. En España, sus primeras obras de colaboración varían en materias relacionadas con vivienda unifamiliar, centros de interpretación y diseño de mobiliario. Su formación en temas de rehabilitación principalmente se ve reflejada en la   colaboración  como vínculo entre el FONSAL y la Junta de Andalucía, trabajos entre los cuales se destacan la Readecuación de la fachada del antiguo Círculo Militar en Quito (1998) y algunos proyectos en el Centro Histórico.
Su trabajo como docente inicia siendo parte del equipo fundador de la Facultad de Arquitectura Diseño y Artes en la Universidad Católica del Ecuador en Quito, donde ocupa ciertos cargos administrativos pero sobre todo se enfoca en impartir su conocimiento en los talleres de arquitectura. Esta formación constante por más de diez años en el mundo de la enseñanza le han permitido a José María Sáez generar sus propios lineamientos, con los que inicia su producción personal de vivienda particular, comenzando con la Casa Pentimento en el 2005, ganadora de varios premios y reconocimientos como el Primer Premio Nacional de Diseño Arquitectónico en el Concurso Panamericano de la XV Bienal de Arquitectura de Quito 2008  y el Premio a la Mejor Obra Joven de la Bienal Iberoamericana de Arquitectura y Urbanismo de Lisboa 2008.
Sus obras particulares también se han visto vinculadas a temas de restauración, como la continua readecuación de su propia casa en el Centro Histórico, o la rehabilitación de la Casa San Juan, que ha tenido algunos reconocimientos como la “Mención de Honor Nacional de Diseño Arquitectónico” en la XVI Bienal Panamericana de Arquitectura de Quito 2008.
Los proyectos de José María Sáez se sustentan en una base común, la experimentación a todo nivel de las posibilidades mecánicas y expresivas de la materia, definiéndola como el elemento que humaniza la acción del arquitecto. Estas aproximaciones lo han llevado a coincidir con posturas de arquitectos latinoamericanos en especial con la de Solano Benítez, Ángelo Bucci, Rafael Iglesia entre otros, que definen su arquitectura desde las lógicas constructivas, desde el valor generado por la práctica y la solución de problemas específicos.
Su cercanía a la lógica de manejo de materiales como expresión vinculada al tiempo y al lugar, y su vocación por  la docencia como campo de discusión y formación de las ideas, le han permitido establecer una posición clara en su manera de proyectar, en donde la realidad y la idea, se comunican bajo ciertas reglas de abstracción, y éstas se expresan en sistemas y subsistemas que determinan la lógica del proyecto. Esta sensibilidad frente a los elementos de realidad y la necesidad de que sean coherentes con un problema se relacionan mucho con su preparación en bioclimática y en rehabilitación.

Contexto de la obra

Para comprender este proceso lógico de proyección , es necesario hacer una descripción de la obra de José María Sáez, planteando un análisis paralelo entre sus diferentes enfoques como son las casas particulares de intervención integral  cuyo ejemplo más acertado  es la Casa Pentimento, y su participación como rehabilitador en  la Casa San Juan. En este caso,  este paralelismo se lo analizará con la descripción completa de la Casa San Juan, ubicada en el barrio de San Juan en el extremo noroccidental del Centro Histórico de Quito.
Esta  obra es un encargo de tipo privado, los clientes son Andrés Bueno y Ana María Armijos, el terreno está ubicado entre las calles Carchi y Sebastián de Benalcázar al occidente de la Basílica del Voto Nacional, comprende un terreno de 960 m2 divididos entre la casa con frente a la Benalcázar y un patio interior como límite oriental con los predios vecinos.
Su ubicación en la loma de San Juan ha permitido  visualizar varios  hitos como la Basílica del Voto Nacional, y el nororiente del casco colonial, manteniendo esa tipología de vinculación protagónica con el interior del terreno propio de las casas del centro, dando mucho énfasis al patio interno.
Imagen 1 Ubicación
Análisis descriptivo

Configuración espacial

La Casa San Juan se encuentra en un terreno especial con respecto a otras viviendas en el Centro Histórico. El terreno es de grandes dimensiones 48 m de largo y 20 m de ancho aproximadamente. Esta condición ha determinado una separación funcional y simbólica del terreno en tres partes; un ingreso representado por el garaje, un espacio intermedio de transición como es el patio, y la casa como espacio privado. (imagen 2).
El proyecto está configurado por tres plantas funcionales. La planta de garaje a nivel de la calle, que se comunica con la casa a través de un corredor en gradas. La casa consta de una planta baja que se encuentra elevada 3.60 m sobre el nivel del patio y se comunica con éste a través de unas gradas de piedra, y una planta alta mucho más privada a la cual se accede desde un núcleo de gradas como centro articulador de la casa.
Imagen 2 Configuración Espacial
Sentidos y órdenes

El paso interiorizante desde lo público de la calle a lo privado de la casa se entiende por un sistema de filtros que generan su propio entorno material y lenguaje expresivo. El primero es el garaje conformado por acabados intencionalmente rústicos, con colores térreos pero cálidos, donde se resaltan elementos preexistentes como un basamento de tierra compactada.
Imagen 3 Garaje

El segundo filtro se encuentra al interior de la casa, es el núcleo de circulación vertical, conectando funcionalmente las dos plantas de la vivienda, pero sobre todo planteando el dialogo entre el carácter [nostálgico y romántico] de las construcciones barrocas, y la austeridad geométrica de influencias racionalistas heredadas de la modernidad. Está compuesto por las gradas, un descanso de ingreso a la planta baja, y una doble altura que permite el paso de la luz a través de unos tragaluces en las paredes.
Imagen 4 Gradas

El último filtro se distingue de los otros por el carácter de sus instancias a filtrar, en este caso, el balcón funciona como un medio de vinculación permanente entre el exterior (inmediato y lejano) y el interior. Este lugar de conexión define a la vista como un fenómeno, el cual ha sido capturado en un elemento como son los ventanales reticulados y móviles. El balcón se compone de este módulo de ventana y de su marco superior que es una viga metálica dispuesta a todo lo largo.
Imagen 5 Balcón

Análisis interpretativo

Conceptualización positivista

Las obras de José María son el resultado de un proceso lógico y positivista de proyección, en el cual su  conceptualización plantea una relación entre la realidad (subjetiva) y el mundo (objetivo) de las ideas, aplicando una metodología científica que parte de la determinación de un “problema” del cual se desprende un “elemento” representante de su solución, que mediante su modulación y repetición genera un “sistema” para  materializar el proyecto.
Dentro de este proceso, es necesario entender el rol del “problema” como punto de inflexión en la propuesta del arquitecto, permitiendo comprender los diferentes enfoques y alcances de sus proyectos. Este punto de origen se define como un conjunto de componentes que permiten el anhelado paso de lo “subjetivo” a lo “objetivo” y el más importante de ellos es el de la abstracción como método simultáneo de descripción y análisis de un fenómeno.
En la Casa San Juan, la abstracción establece las reglas de ese mundo de las ideas (concepto) pero con un enfoque que dista de la objetividad, y se enmarca más en la intersubjetividad, donde predomina el anclaje (material y simbólico) con lo preexistente, frente a la búsqueda de un único “elemento” representante de la realidad. Esta intersubjetividad se explica en la condición hiper-contextualizada de este encargo, donde las condiciones históricas, tipológicas y de comportamiento social se convierten en insumos difíciles de ser objetivados, lo que ha hecho del “elemento” (a diferencia de lo que ocurre en sus encargos integrales) una característica o esencia, presente en los materiales, en las formas, en las determinaciones espaciales, y no un objeto físico (módulo) necesariamente.
Esta diferencia de origen en el problema, planteado entre los proyectos integrales ( Casa  Pentimento )   y los  encargos de preexistencias ( Casa San Juan) ,  determina un enfoque distinto en la transformación  del “elemento” en un  “sistema”,  ya que esa unidad y facilidad de lectura (generada por la repetición del módulo, el ritmo y  la variación) derivados del “sistema” de los  primeros  , se ven subordinados a muchas condiciones presentes en los segundos  , en los cuales el “sistema” o coherencia de “elementos” se perciben desde la nostalgia del material, lo contemplativo del entorno físico y social, y lo servicial de unas funciones específicas con un bagaje histórico determinado.

Abstracción: experimental versus interpretativa

La Casa San Juan se percibe  una serie de filtros, generados desde el garaje hasta la parte más privada de la vivienda. Estos filtros se podrían considerar como un lenguaje o un sistema ya que en ellos se hacen presentes aunque no explícitamente las diferentes realidades que una casa del Centro Histórico presenta. Estas realidades tienen un eje en común que es el componente que explica bien la diferencia de enfoques entre los proyectos integrales y las rehabilitaciones, se trata del uso del material. En este caso, el material se convierte en la interfaz perfecta entre el usuario y la historia, que difiere de la interpretación mecánica de la materia como en la Casa Pentimento, y pasa de ser una característica del “elemento” a ser el “elemento” en sí, que únicamente se traduce físicamente en un espacio, en un cuarto, en un pasillo, en un entorno.
Es a través del material, que el usuario logra comprender lo que la realidad ha creado con el paso del tiempo, en este caso, no hay un enunciado como problema, no existe la abstracción como proceso de síntesis experimental de una realidad, sino como método de interpretación de lo existente, como un simple canal de conexión. A partir de esa conexión la arquitectura comienza a cumplir con el papel humanizante que busca José María, una arquitectura que maneja paralelamente dos lenguajes, aquel que se encarga de “construir el paisaje” que tiene que ver con el enunciado, las reglas de abstracción, el concepto y su justificación; y también aquel que aplica la “austeridad barroca” que le permite comunicarse con la memoria, con la nostalgia, con las vivencias cotidianas, aquel que no necesita ser publicado sino vivido.

Conclusión crítica

José María Sáez basa su discurso en un planteamiento simple, el papel humanizante que debe cumplir la arquitectura como proceso de vinculación entre usuario y realidad. El cumplimiento de ese objetivo macro está determinado por ciertos enfoques propios de la formación del arquitecto, como son los procesos de abstracción y una sensibilidad racional frente a los elementos de realidad.
Sáez  habla de un proceso propio de diseño establecido, un dialogo “conciliador” entre el mundo de la realidad, expresado en un problema concreto, y el mundo de las ideas, expresado por unas reglas de abstracción. Esta metodología de proyección propone al “sistema” como vínculo entre la idea y el individuo, pero aplica un lógica positivista propia de la modernidad y del racionalismo. Esta lógica se manifiesta en la búsqueda constante de un elemento objetivo representante de la realidad, muchas veces reduciendo esa realidad compleja y subjetiva, a una muestra idealizada, con el riesgo constante de caer en un proceso cuantificador de elementos que expresen un resultado acorde al “sistema”. Estos procesos de abstracción y sistematización de la arquitectura son claramente visibles en sus encargos privados de proyección integral, como la casa Pentimento y la casa de los Algarrobos, obras de una realidad interiorizante, que le han permitido al arquitecto un cierto nivel de apatía frente a escenarios más complejos que dependan de una lógica de vinculación con lo urbano, con valoraciones de carácter colectivo y con soluciones a problemas interdisciplinarios.
Estas intervenciones domésticas han sido la representación clara de una influencia racionalista en José María, ya que se han generado a partir de una matriz lógica de elementos que intensifican una determinada relación entre usuario y su entorno; este proceso limitado al control y dirección de unas reglas abstractas que permitan el funcionamiento de un sistema, dando mucho valor a temas como la funcionalidad estructural, la coherencia constructiva y la modulación. Esta subordinación al carácter racional del sistema reduce el rango de decisiones y la sensibilidad del arquitecto a la definición de los elementos componentes del sistema, de ahí que estas decisiones estén pensadas en la evolución flexible del elemento, pero no en la definición de la esencia espacial del objeto en su conjunto. Esto es apreciable en la casa Pentimento, donde José María basa el potencial arquitectónico de la obra en un elemento específico, en su capacidad repetitiva y su expresividad material, de la cual no se espera un comportamiento determinado en conjunto, como objetivo inicial, sino que se lo aprecia como un resultado experimental, tendiendo a rebasar la línea límite de la proyección hacia la indeterminación espacial y la relegación del programa arquitectónico, circunstancias que son muy particulares.
Para generar un balance y mantenerse dentro de su idea de una arquitectura humanizada, José María apela a su formación en la rehabilitación y el diseño bioclimático, donde los elementos claves tienen que ver con el uso eficiente del material, sus capacidades técnicas y expresivas, y las relaciones con el entorno inmediato. Esta sensibilidad nostálgica frente al material, será la muletilla con la que él generará una conciencia de austeridad y humanidad en sus obras en general, con la diferencia de que en sus intervenciones como rehabilitador, el material se convierte en ese elemento de realidad que da esencia al espacio en su conjunto, contrario al esquema abstracto de sus proyectos integrales. Esta diferencia muestra claramente que existe un mayor potencial expresivo en el material y en el conjunto arquitectónico con un contexto preexistente, donde la abstracción juega el papel interpretativo y se aleja de lo experimental, lo que genera una dualidad en la postura del arquitecto.
Estas dos realidades en José Maria Sáez, complementarias en su objetivo profesional, también han delimitado su coincidencia con aquellos referentes con los que se lo asocia. Su posición abstracta-racional y nostálgica-material lo acercan a experiencias como las de los arquitectos Rafael Iglesia, Solano Benítez, Alejandro Aravena, al-bordE y Ángelo Bucci, posicionados como arquitectos de producción teórica y práctica, afines con las lógicas constructivas como protagonistas de la propuesta.  Esta cercanía parecería estar basada en el poder expresivo de la experimentación como proceso de proyección; las experiencias y sensibilidades generadas desde estas acciones son la plataforma común en estas tendencias críticas de un sistema dominado por la imagen. En este caso, José María Sáez intenta mantenerse en la esfera racional y objetiva de la arquitectura abstracta, y no se ha visto atraído por el planteamiento crítico que se pueda generar desde el análisis de las relaciones entre la arquitectura y estructuras más complejas que demanden una posición activa frente a compromisos sociales, económicos, colectivos y de impacto urbano, marcando una línea de diferencia, por lo menos discursiva, con respecto a sus colegas antes mencionados.
El proceso de diseño planteado por José María ha encontrado en él mismo una fuente de crítica, donde el problema pueda pasar de la objetividad académica propia del arquitecto, hacia la intersubjetividad del entorno contextualizado, donde los fenómenos van más allá del análisis ideal, y entran en el campo de la sensibilidad de percepción, en espacio, materiales, funciones, personajes y memoria.

Fuentes imágenes y esquemas:

http://www.arqsaez.com/
http://www.plataformaarquitectura.cl/2008/12/13/casa-san-juan-jose-maria-saez/
http://arquitecturaecuatoriana.blogspot.com

DANIEL MORENO FLORES: CONTEXTUALIZACIÓN, REVISIÓN Y APUNTES DE SU OBRA

Juan Carlos Villacrés
Quito, Agosto ‘13 - Enero ‘14

1. INTRODUCCIÓN

Daniel Moreno Flores, arquitecto ecuatoriano, nace en 1984 en Marsella, Francia; es considerado un referente de la arquitectura ecuatoriana de la más reciente generación, en la cual destaca por lo experimental de su obra, por lo particular de su discurso y por la fuerza de sus intervenciones. 

Estudió en el Instituto Experimental Pestalozzi durante  la escuela primaria y secundaria, lo que marcó profundamente su personalidad y su manera de hacer. Posteriormente, en el 2002, ingresa a la Facultad de Arquitectura de la Universidad Católica de Quito en dónde sus experiencias como estudiante y su cercanía a ciertos arquitectos influyen para formar su postura ante la disciplina. Durante los años finales de su carrera se mantiene próximo al  arquitecto José María Sáez; el cual, a través de su posición teórica y su manera de abordar el proceso proyectual, ha influenciado en gran medida el trabajo posterior de Moreno. En el 2008 su Trabajo de Fin de Carrera es premiado en la XVI Bienal de Arquitectura de Quito con la Medalla de Oro, proyecto que lo impulsa a concursar en el ArchPrix junto a las mejores tesis del mundo en el 2009.

Su trabajo ha sido intenso a partir de los últimos años universitarios y ha participado en varios concursos de diseño a nivel nacional e internacional; sin embargo destacan en particular tres de sus obras. Las dos primeras son El Taller (2008) y Estudio Mike (2010), en las cuales mediante la reutilización del material y la interrelación lúdica de la obra con el usuario se generan procesos de restauración de escala doméstica; la tercera es la Casa Algarrobos (2010), realizada en colaboración con José María Sáez, en la que está presente otra escala, la del paisaje, pero que no deja de lado lo abstracto de la obra ni lo experimental del hacer. Actualmente (2013) Moreno continúa sus estudios en la UBA (Argentina), realizando una Maestría en Diseño Arquitectónico Avanzado.

Se intentará, a continuación, formular un análisis crítico de la obra de Daniel Moreno que nos permita situarlo en un tiempo y un contexto específicos; observación detenida en la que encontraremos las razones que ponen en movimiento su arquitectura. Los tres apartados que conforman este escrito bajo los títulos de Una nueva generación de Arquitectos, Daniel Moreno. Ideas y posturas arquitectónicas y Estudio Mike. Restauración, re-significación, trataran de definir su obra; el primero de ellos busca las razones que justifican el aparecimiento de una nueva generación de arquitectos en el Ecuador; el segundo, define el eje que articula las intenciones arquitectónicas de Moreno y descubre vínculos entre su discurso y la historia del pensamiento; el tercero, por otra parte, es una revisión de cómo llegan - en Estudio Mike - a ponerse en práctica dichas intenciones. Al finalizar hay un cuarto apartado en el que se enunciarán algunas conclusiones acerca de lo analizado.

2. UNA NUEVA GENERACIÓN DE ARQUITECTOS

El aparecimiento de arquitectos jóvenes en el Ecuador – de una nueva generación podría decirse - ha respondido a cambios producidos a diversas escalas en la sociedad, cambios que se intentarán explicar con el fin de estructurar un marco contextual adecuado para el análisis.  Se abordarán, también, algunas de las influencias que han determinado, desde la formación universitaria, la obra de Moreno; sin embargo y a más de ello, se verá cómo ha sabido encontrar - sino fabricar - un camino propio, el cual tiene también su propia estructura y sus propias raíces. Como se analizará más adelante, y teniendo como ejemplo la obra Estudio Mike, en Moreno aparece recurrentemente una preocupación en cuanto a  cómo se producen las experiencias lúdicas en la obra, el carácter cambiante de los objetos en relación a lo cotidiano y la reutilización del material; temas o posturas que se ligan y son consecuencia de líneas de pensamiento, procesos históricos y en algunos casos tendencias recientes.

2.1 La influencia de lo global

Detrás de los procesos de cambio presentes en cualquier ámbito de la sociedad existen factores externos e internos que generan puntos de inflexión en la continuidad de dichos ámbitos. A medida que nos adentramos en el siglo XXI los efectos causados por el desarrollo de las tecnologías de la comunicación, los procesos de globalización, lo imperante de la economía y el valor monetario por sobre los demás aspectos de la vida, la expansión urbana, la crisis ecológica, los conflictos armados que se presentan dispersos en el mundo, etc. se van consolidando y crean un sistema que funciona e influye de manera transversal en cualquier colectividad. De esta manera y desde las últimas décadas del siglo pasado cada colectividad - ya sean países desarrollados o del tercer mundo, o bien grupos socioeconómicos privilegiados dentro de países periféricos, o los habitantes de barrios pobres -  ha ido desarrollando maneras y velocidades particulares de asimilar estas influencias globales. La acción de “adentrarse en la globalización” adquiere otra velocidad al finalizar el siglo pasado, se acelera en el tiempo acrecentando, a su vez, la injerencia de lo planetario sobre lo local.[1] Volviendo sobre los ámbitos de la sociedad, podríamos decir que  esta globalización, esta apertura y acortamiento del mundo tienen repercusiones en la cultura, en las artes, en la política, en la educación y también en la arquitectura

2.2 Ecuador, las nuevas referencias.

En el Ecuador, fruto de una organización institucional deficiente y de permanecer en una constante inestabilidad política por muchos años, se generó un lento proceso de apertura hacia la realidad global; por ello, durante décadas, fue difícil entablar diálogos que retroalimenten las actividades que se generaban en el país. Además, el histórico aislamiento del Ecuador ha sido un impedimento constante para innovar los conocimientos prácticos y teóricos de las diferentes disciplinas[2]. Sin embargo, desde inicios de este siglo[3], la región Latinoamericana se ha ido consolidando  como un bloque de importancia en la escena internacional, en el que algunos países muestran crecientes índices de desarrollo (entre ellos Ecuador). De modo que parecería lógico encontrar relaciones entre la consolidación institucional del país, una cierta estabilidad política y económica (índices crecientes como en el sector de la construcción) y el surgimiento de una cada vez más amplia masa crítica de profesionales.  

Con este preámbulo se podrá entender el giro producido en la arquitectura ecuatoriana desde hace algunos años y que presenta otra manera de trabajar, distinta de la de las anteriores generaciones de arquitectos, esta vez alimentada por la filosofía, el cine, la literatura, la investigación científica, la crítica del arte, por el influjo de revistas, blogs y foros en internet que muestran lo que se piensa y se hace en el mundo, por las arquitecturas de muchos otros lugares y por las teorías que las sustentan; influencias que aparecen ya en arquitectos jóvenes y sobre todo en cómo las facultades del país forman a las nuevas generaciones.

2.3 La Academia, modelos a seguir.

En este contexto, aparece en 1994 La Facultad de Arquitectura de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, la cual se ha ido consolidando como un referente en el medio nacional. Surgen, además, los nombres de algunos arquitectos cuyo trabajo ha destacado y que han  influenciado la manera de hacer de la Facultad, como Henry Carrión, Milton Barragán, Ovidio Wappenstein, Francisco Ursúa, Handel Guayasamín y recientemente José María Sáez. Personalidades, estas,  que han mostrado una cierta manera de entender la arquitectura, de modo que  hay también un camino a seguir para futuros arquitectos.

Parecería válido anotar que existe, además, una metodología determinada en la Facultad para abordar los problemas arquitectónicos, esta surge de la necesidad de auto-limitar las ansias creativas, de encontrar reglas de juego[4] y estrategias proyectuales que “reducen [una] indeterminación”[5]; un proceso bastante racional en el que se elaboran sistemas de pensamiento que, mediante la abstracción logran dar respuesta a la realidad. Aproximación válida pero que de alguna manera representa el lenguaje de una esfera académica muy hermética en la que se deja de lado el diálogo arquitecto-obra-usuario y se prima la relación arquitecto-obra-arquitecto.[6] Muy probablemente este entendimiento de la obra, a más de estar próximo a cómo el arquitecto José María Sáez aborda sus proyectos, tenga su esencia en la manera de ser del arte contemporáneo[7].  

3. DANIEL MORENO. IDEAS Y POSTURAS ARQUITECTÓNICAS

Daniel Moreno, por su formación[8], ha estado muy próximo a la experimentación y al descubrimiento, lugar en el que ha sabido mantenerse y del que extrae recursos para generar una manera muy propia de hacer arquitectura. Primeramente podríamos determinar un eje conductor de su obra: la tensión generada entre el usuario y la arquitectura a través de la experiencia fenomenológica[9]; esta se hace presente tanto en su Trabajo de Fin de Carrera, en sus proyectos recientes y con mayor potencia en sus 2 obras de restauración. Dicho eje central encuentra en la experiencia lúdica una principal vía de expresión, aunque también se apoya en los posibles lenguajes que el material puede adoptar, en lo que los objetos evocan en el usuario y en la fuerza que encierra la precisión constructiva.

Moreno, al reconocer que “El juego lleva al ser humano más allá de los límites de la experiencia ordinaria” (Moreno, 2007), encuentra una herramienta para repensar la manera de ser de la sociedad actual. La razón de ser de su obra como Arquitecto podría resumirse en que, para él, es necesario revalorizar la experiencia  humana, permitir que otros pensamientos y otra perspectiva de vida sean posibles. Para ello se  considera importante encontrar momentos, dentro de las actividades cotidianas de la gente, en los que pueda aflorar una postura lúdica, libre, expresiva y festiva que reinvente al sujeto desde la crítica a su modo de ser funcional, pragmático o productivista. (Echeverría, 2010) Bajo esta determinante se van derivando estrategias y reglas de juego que responden a las condicionantes de cada encargo y que se traducen en espacios, en formas, en materiales, e incluso en cómo se gestionan los proyectos. 

3.2 Vínculos en el Tiempo

3.2.1. Reactualización de Debates Históricos

Al revisar las decisiones arquitectónicas y el discurso de Moreno, es posible encontrar en ellos reminiscencias de momentos históricos del arte y de ciertas corrientes filosóficas que surgen en la Europa del siglo XX - al terminar la Segunda Guerra Mundial especialmente -, las cuales intentan esbozar otra vida para la sociedad. Aparecen también, más recientemente, pensadores que han reactualizado - y tal vez clarificado - discusiones teóricas, gestadas a inicios del siglo pasado, acerca de la sociedad y el hombre. No está por demás señalar que Moreno, cómo aquellos pensadores, busca que dichas discusiones tengan una repercusión sobre el presente.

En 1957, en Europa, surge el movimiento de La Internacional Situacionista (IS),  con Guy Debord como su ideólogo, en el que se elaboran teorías que se contraponen a la mecanización de la vida, al predominio de la razón sobre las emociones y al desperdicio de la experiencia humana. Debord define a la sociedad del espectáculo y al humano espectador[10] como resultados directos de un giro en la estructura económica-productiva de la sociedad y fruto del acelerado desarrollo tecnológico; contexto que reproduce indefinidamente sujetos alienados y homogéneos[11] que se adaptan a una mecánica cotidiana. La crítica radical del movimiento fue asimilada por escritores, filósofos, sociólogos y artistas que bajo los postulados de la IS repensaron la teoría y práctica de sus respectivas disciplinas; buscaban liberar al sujeto aherrojado por el sistema. Para ello, fue indispensable el aporte del filósofo Johan Huizinga quién, en 1938, desarrolla todo un manifiesto sobre el homo ludens, en el que reconoce al juego como un factor de trascendencia en el ser humano. Huizinga encuentra en el juego de rol primitivo, en la imitación de la realidad y en la expresión individual el momento fundacional del sujeto como tal (Huizinga, 1955); y al ser el jugar, el imitar y el expresarse funciones tan esenciales e inconmutables se convierten en formas de un modo de ser verdadero del hombre, anclajes para retornar a un modo de ser originario, herramientas para revertir la alienación.

Dentro de la IS surgen profesionales que buscan una aplicación técnica de las influencias conceptuales-filosóficas del movimiento; uno de ellos es Constant Niewenhuys, artista holandés, quien diseña una ciudad ideal: New Babylon (1959), cuyo planteamiento es sobre todo un manifiesto sobre la sociedad ideal, es una exploración desde el urbanismo y la arquitectura que pretende responder a un ser humano libre, cambiante y expresivo. Constant, basándose en la crítica a la sociedad utilitarista, en la abolición - marxista - de la propiedad privada y del trabajo y en la imagen del homo ludens, crea un hábitat que supone la desaparición de estructuras sociales y el surgimiento de un nuevo ser humano[12].  

El debate propuesto por la IS pierde intensidad y termina desapareciendo el colectivo; sin embargo, la fuerza de sus tesis invitan a elaborar  - así sea décadas más tarde - teorías que definan a la sociedad contemporánea. Será el filósofo ecuatoriano Bolívar Echeverría, quién, desde la periferia[13], elaborará a finales del siglo pasado toda una teoría acerca del Ethos Barroco (versión del humano moderno no-capitalista), en la que se expone la condición bipolar del ser moderno: por un lado racional-pragmático-lógico y por otro emocional-intuitivo-festivo. (Echeverría, 2010) Lo lúdico, se sitúa así, en medio del comportamiento festivo del hombre; en el que crea un contrapunto a la vida racional y propone nuevas perspectivas desde donde experimentar la existencia[14].

3.2.2 Las tendencias en la arquitectura y la herencia latinoamericana.

En la historia de la arquitectura, cómo se explicó anteriormente, han habido líneas de pensamiento que, con sus particulares maneras de ver la realidad, han generado tendencias en el tiempo. Tendencias, o bien puntos desde donde ver la arquitectura, que constantemente influencian a las esferas académicas y profesionales a nivel mundial[15]. Por ello resulta pertinente dilucidar algunas de esas líneas, centrándonos, sobre todo, en aquellas que se reflejan sobre la obra de Moreno.   
Los actuales cuestionamientos globales como la reutilización de recursos, la sustentabilidad de los procesos productivos, el manejo responsable de los desechos y el irreversible agotamiento de los recursos no renovables, por citar algunos, han modificado las temáticas sobre los cuales gira la arquitectura de tiempo en tiempo; situándola, por ahora, en torno a ellos. Las tendencias low tech, la reutilización de materiales reciclados y una arquitectura comunitaria de escasos recursos - que trabaja desde la periferia -, han sido ejemplos de crítica “externa” al sistema. Podríamos citar al arquitecto japonés Shigeru Ban, quién especialmente en sus proyectos de viviendas para refugiados[16] realiza intervenciones de bajo presupuesto con materiales no convencionales. Así también surge el ejemplo de la oficina Tyin Tegnestue, la cual, al trabajar en barrios populares de países asiáticos, crea procesos de participación que refuerzan los lazos comunitarios e insertan una arquitectura que se funde con los lugares en dónde está, que no parece poder replicarse en otro sitio[17].   

Por otra parte, desde Latinoamérica, ha surgido una generación de arquitectos que ha modificado los límites de la profesión; desde la teoría y la crítica hasta la manera de hacer. Las ideas de Lina Bo Bardi, Luis Barragán, Rogelio Salmona, Enrico Tedeschi, o Marina Waisman han ido generando un pensamiento propio, latinoamericano; que partió de influencias modernas importadas, pero que ha sabido repensarse y caracterizarse en base a los orígenes, historia y cultura propios (Montaner, 2011). Actualmente la arquitectura de Solano Benítez, Alejandro Aravena, Rafael Iglesia o José María Sáez ha ido consolidando posturas que, en base al entendimiento de la materialidad, la relación con el contexto inmediato, la preocupación por la ciudad y la vivienda - en el trabajo de ELEMENTAL especialmente - y el afán de trabajar por fuera del  mundo inmobiliario, resultan innovadoras, necesarias. El teórico Josep María Montaner lo explica de la siguiente manera: “A [la] arquitectura global le estaría respondiendo hoy una arquitectura local, de gran desarrollo en las ciudades latinoamericanas, representada por la obra de arquitectos que priman los materiales de la propia cultura urbana o rural, que conocen a fondo los modos de vida, que potencian las experiencias sensoriales, que promueven una arquitectura de la experiencia” (Ibíd. p. 150).

De esta manera se intenta trazar un marco de ideas y métodos que justifiquen, desde la historia del arte, la filosofía, la sociología y la arquitectura, el origen de la postura conceptual de Moreno. Llama la atención, por ejemplo, las referencias en su Trabajo de Fin de Carrera (2007) a Huizinga, la importancia que adquiere el homo ludens en el planteamiento de New Babylon y las similitudes encontradas entre el discurso de Moreno y Constant. También las influencias del low-tech, de la teoría latinoamericana[18] y sobre todo de la manera de trabajar por fuera del sistema convencional, desde la periferia[19], son determinantes en su arquitectura.

4. ESTUDIO MIKE (2010 - 2011). RESTAURACIÓN, RE-SIGNIFICACIÓN.

Dos años después de egresar de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Católica, Daniel Moreno recibe su segundo encargo[20] como arquitecto independiente. El proyecto, ubicado en el barrio La Gasca en el centro-norte de Quito, requería remodelar una casa existente y transformarla en una casa estudio o casa taller. Lo realiza en colaboración con  Margarida Marques en el lapso de 1 año, aproximadamente, entre diseño y construcción. El monto requerido para la obra - asignado por Michael Blanchard, el cliente - fue de 30.000 dólares; además, se la realizó con mano de obra contratada (2 trabajadores). Además el proyecto obtuvo la Primera Mención de Honor Nacional en Rehabilitación y Reciclaje en la XVII Bienal Panamericana de Quito 2012. (Moreno, 2011)

4.1 Descripción

4.1.1 Estado Inicial

La construcción intervenida, de planta rectangular, es de 11 x 6 metros y está implantada en un terreno de 15 x 9 metros.[21] Consta de 2 niveles que se adosan a uno de los lados del terreno conformando un callejón de parqueo y 2 patios: uno frontal y otro posterior.  En la planta baja, hacia el frente del terreno, se encuentran los espacios más públicos (cocina y sala); hacia la parte posterior los más privados (talleres y estudio); y en la planta alta están dispuestas las habitaciones de la casa. La circulación y el movimiento se producen de manera longitudinal, mediante un corredor por cual que se acceden a los demás espacios; estos están configurados por muros portantes y una cubierta de teja.
Daniel Moreno trabaja sobre una casa en deterioro, cuya calidad espacial estaba afectada por la compartimentación de los espacios y que funcionalmente no brindaba las condiciones para que se desarrollase allí un lugar de estudio.

4.1.2 Intervención

Se tomaron en cuenta ciertas condicionantes a partir de las cuales desarrollar el proyecto, entre las que el factor económico era primordial para pensar los procesos y tomar las decisiones. La reutilización de los materiales existentes en la casa, por ejemplo, además de potenciar el diseño original, fue clave para reducir costos. También, al incorporar mecanismos que generen otro tipo de relaciones entre las personas y los objetos, se logró aproximar la obra al usuario; ésta deja de situarse en la esfera abstracta y pasa a necesitar de un habitante para estar completa, para mostrarse a plenitud.

Primero se desmantelaron elementos como puertas, pisos, barrederas y muebles empotrados que pudieran ser re-utilizados a lo largo de la obra. La madera extraída fue utilizada posteriormente como encofrado para prefabricar piezas de hormigón en forma de C, fundidos en obra, con la finalidad de resolver, con la repetición de un solo elemento: alacenas, mesones y divisiones de espacios. El resto de la madera fue utilizada para crear texturas de piso, recubrimiento de paredes, gradas y mobiliario. Además, se decidió mostrar los procesos que se llevaron a cabo en la obra, como las perforaciones hechas en las paredes en las cuales se pueden ver las capas de materiales superpuestas. Finalmente, se rediseñó el corredor de circulación eliminando la losa del nivel superior y reemplazándola por un coche mecánico que se desplaza a lo largo de la casa y conecta las habitaciones. Para acceder a este coche, se incorporó una escalera desplegable que, mediante un mecanismo, permite o no acceder al nivel superior.

4.2  Análisis

A continuación se verá cómo la estructura de pensamiento de Moreno - detallada en el capítulo Intenciones Conceptuales - es llevada a cabo en, este, su segundo encargo y cómo tales pensamientos responden a unas necesidades concretas y se convierten en arquitectura.

4.2.1 “Re-producción Fenomenológica”

La intención central de Daniel Moreno es re-producir en la obra el momento creativo experimentado por él en el proceso de diseño; es decir que la experiencia fenomenológica vivida por el arquitecto en una primera instancia, es mostrada, en un segundo momento, al usuario; momento en el que, por ejemplo, se entiende el espacio a través de cambios de posición en un lugar, o cuando se extrae un pedazo de pared y se descubre una segunda pared de ladrillos por debajo, o cuando en obra se construye una escalera para acceder a otro nivel. Se trata de experiencias no convencionales que han sido asimiladas e incorporadas en la obra, que ahora reaparecen al verlas en lo cotidiano. La visualización espacial del arquitecto se convierte en un coche móvil que atraviesa un vacío; la textura descubierta no se la cubre sino que está expuesta para que puedan verse las “entrañas” de la casa; la escalera de obra ahora es permanente y se despliega mediante un mecanismo que nos permite acceder al nivel superior. 

De esta manera se entiende que la obra necesita de la interrelación con el usuario y que éste, al completarla, re-direcciona el sentido de su experiencia. Así, encontrando situaciones lúdicas en la vida cotidiana, se genera un contrapunto del humano espectador.

4.2.2 Re-significar lo Utilitario

De alguna manera el gesto de  incorporar un coche móvil en lugar de la losa del segundo nivel termina siendo la intervención más radical de Moreno; para él el carácter utilitario de los objetos puede ser siempre reinterpretado.[22] Se rompe con la compartimentación de la casa insertando un eje de movimiento que re-significa totalmente el espacio de circulación. Parecería que extrae, también, la vitalidad propia de los espacios de estudio, del  taller  y  de la cocina - lugares de experimentación y creación – para dispersarla por el corredor de la casa; este, deja de existir bajo la función y pasa a buscar una forma de ser particular, una forma que lo convierta, con sus características, en una habitación como las otras. De igual manera la escalera adquiere otro valor al tener que ser “construida” cada vez que se desee utilizarla; al interactuar con la misma se modifica la mecánica de subir y bajar por ella. Se sobrepone, en estos hechos, la relación usuario-objeto antes que el uso.

4.2.3 Poetizar los Objetos

El manejo de la materialidad en el proyecto adquiere importancia por cómo se llevan al límite los lenguajes de los elementos utilizados; ya sean maderas, plásticos, artefactos convencionales, ladrillos u hormigones, es la exploración del lenguaje formal el que cuestiona, reformula y reinventa la manera de darles uso a dichos elementos.

Existen también ciertos diálogos o tensiones entre los materiales, que se perciben mediante contrastes, formas y disposiciones de elementos; gestos que hablan de una poética en los objetos. Cuando uno mira en la textura del policarbonato el mismo patrón que la textura del piso, que los módulos de las paredes, parecería como si entre ellos se imitaran, como si entablaran un diálogo en el espacio arquitectónico para parecerse entre sí;  y cuando este patrón, del policarbonato y de las tiras de madera, en cambio se enfrenta con la pared de ladrillo descubierta, es cómo si se intensificaran sus cualidades, unos cada vez más esbeltos, la otra cada vez más abultada; parecen necesitarse para llegar a provocar en el observador el efecto deseado. Así, en otro encuentro, unas luminarias dicroicas brotan de unas vigas de madera rústica; ambas, diametralmente opuestas, llegan a convivir gracias a lo sutil de su encuentro, a la precisión del gesto constructivo. Lo contradictorio de dichas situaciones les otorga una fuerza tal que los espacios de Moreno, más bien sobrios, limpios, se irradian de la presencia de un mundo de las cosas que existe de manera diminuta en la arquitectura, que parecería no tener gran protagonismo, pero que la va llenando de pequeños detalles.      

La reutilización, el reciclaje, la modificación de las formas, la transformación de los usos nos habla del carácter cambiante de la realidad, de la memoria que subyace en el objeto nuevo y que a veces - a pesar de que él ya no es lo que era - surge evocándonos imágenes, de las múltiples maneras de existir que tienen las cosas.

4.3 Conclusión

La obra de Daniel Moreno logra, desde una intervención de escala doméstica, proponer otras vías de interrelación con los espacios y con los objetos: valoriza la experiencia fenomenológica del lugar, re-significa el carácter utilitario de ciertos elementos y encuentra nuevas maneras de reutilizar los materiales, de mostrarlos al usuario. También entiende que, a partir de las condicionantes particulares de cada proyecto, surgen oportunidades, maneras y lógicas de hacer arquitectura, lógicas que muchas veces nacen de la escasez y de la restricción, pero que posibilitan partir de lo existente y revertir a nuestro favor, las dificultades que nos plantea la realidad.  

5. APUNTES FINALES

Aparentemente en la obra de Moreno se trabaja desde la memoria individual, razón por la que en varias entrevistas y fragmentos se hace alusión a su formación en el Instituto Experimental Pestalozzi. Es como si se trabajara sobre un contexto anhelado - la libertad expresiva, la experimentación, el contacto lúdico con lo existente, una postura festiva ante la vida - al que se intenta volver de manera constante; y es este anhelo recurrente el que determina la manera de hacer arquitectura.

Además, la escala de intervención de las obras de Moreno le otorga cierta flexibilidad y control de las variables, lo que acerca sus proyectos a intervenciones artísticas.[23] Por otra parte al referirse al tiempo de ejecución de sus proyectos en relación a los recursos económicos requeridos se revela el desinterés por lograr una eficiencia en el trabajo; por lo que, si los proyectos cambian de escala, es muy probable que se descontrolen y sean inviables.

Si bien lo lúdico como traducción de la experiencia fenomenológica es una herramienta válida para acercar la obra al usuario, no siempre va a poder ser un recurso de efecto transversal a cualquier proyecto. Queda por evaluar la capacidad que tenga Moreno para mostrar sus impresiones fenomenológicas a otros tipos de usuarios y a un número mayor de ellos.

La arquitectura de Moreno adquiere valor en la medida en que critica la manera de ser de la sociedad contemporánea a través de la reactualización de debates históricos. Existe también, detrás de la tesis de lo lúdico, una búsqueda de maneras alternas de vivir, un deseo de combatir a una sociedad del espectáculo que se consolida más y más y que a su paso minimiza el valor de la experiencia humana[24], suplanta pensamientos por ingentes cantidades de imágenes y promueve modos de vida receptivos, estáticos[25], ilusorios.

Finalmente, se podría acotar que, independientemente de la dirección que siga la obra de Daniel Moreno, sería interesante ver qué aplicaciones puede tener su postura teórica en contextos menos flexibles, en los que intervengan, por ejemplo,  actores urbanos como el sector inmobiliario o instituciones del poder político. En un contexto desigual y aún muy conflictivo como es el latinoamericano, con demasiados arquitectos y también con una contracara de la ciudad aún muy pobre - en la que existen demasiados barrios informales sin planificación, sin medios técnicos para autoconstruirse, sin una adecuada gestión de sus recursos - es posible que haya más urgencia de respuestas que sean capaces de superar las esferas académicas y que sin obviar lo necesario y vitalizante de la experimentación sepan regresar la mirada hacia una realidad siempre en tensión, siempre a punto de colapsar.

BIBLIOGRAFÍA

Boundaries Magazine, 2012. Old Market Library. A sustainable refurbishment in Min Buri, Bangkok. Boundaries. The Other City. p. 16 - 29
Canclini, N. G., 1992. Culturas Híbridas. Buenos Aires: Editorial Sudamericana.
Cicolella, P., 2011. Metrópolis latinoamericanas: más allá de la globalización. Quito: OLACCHI. Municipio Metropolitano de Quito. p. 88
Echeverría, B., 2010. Modernidad y Blanquitud. México D.F.: Ediciones Era.
Hardmeier, J., 2009. No retornable. “Confieso que he Bebido”. [En línea]
Available at: http://www.noretornable.com.ar/v3/dossier/hardmeier.html
Holl, S., 2011. Cuestiones de percepción. Fenomenología de la arquitectura. Barcelona: Editorial Gustavo Gili, SL.
Huizinga, J., 1955. Homo ludens; a study of the play-element in culture. Tercera edición ed. Boston: Beacon Press.
Hurtado, O., 2007. Las costumbres de los Ecuatorianos. Quito: Editorial Planeta.
Jameson, F., 2012. El Post Modernismo Revisado. Madrid: Abada Editores.
Montaner, J. M., 2008. Sistemas Arquitectónicos Contemporáneos. Barcelona: Editorial Gustavo Gili, SL. p. 210 - 211
Montaner, J. M., 2011. Arquitectura y Crítica en Latinoamérica. Buenos Aires: Nobuko.
Moreno, D., 2007. “Trabajo de Fin de Carrera: Oficina para Creativos”, Quito: Facultad de Arquitectura. PUCE. p. 1
Moreno, D., 2011. Daniel Moreno Flores. Portafolio. [En línea]
Available at: http://proyectosdanielmorenoflores.blogspot.com/2012/06/estudio-de-mike-margarida-marquez.html
Nieuwenhuys, C., 1974. Arqueología del Futuro. "New Babylon Manifesto". [En línea]
Available at: http://arqueologiadelfuturo.blogspot.com/2008/10/new-babylon-1959-constant.html
Saez, J. M., 2003. Diseño e Indeterminación.Condicionantes y partidos arquitectónicos, Quito: s.n. p. 1





[1] Situación de suma importancia en la ciudad contemporánea. Si bien la globalización abre las puertas al mundo y produce cambios provechosos que nutren a la ciudad, que la diversifican, implica a la vez que otros actores entran en juego, quizá unos más fuertes - como los del ámbito económico / financiero -  que aquellos que históricamente la han construido. Algunos autores lo abordan de la siguiente manera: “Podemos imaginar a las ciudades latinoamericanas saliendo y entrando convenientemente de la globalización” (Canclini, 1992). “Tomando de ella lo que puede servir, pero sin involucrarse dependientemente en la misma” (Cicolella, 2011).

[2] Desde el período colonial, la época republicana y durante gran parte del siglo XX, Ecuador se mantuvo aislado del resto del mundo. Algunos factores se deben a la poca organización institucional, a las condiciones geográficas inaccesibles del territorio y consecuentemente al desconocimiento de nuevas tecnologías y tendencias generadas a nivel regional y global (Hurtado, 2007).

[3] La crisis económica de 1999 en el país, fue uno de los factores que dio mayor impulso para ponerse en contacto con el mundo (refiriéndose dicho fenómeno a estratos socioeconómicos medios y bajos; ya que las élites, estuvieron siempre vinculadas con el mismo).
[4] Conjunto de lineamientos que determinan lo que es válido o no en el proyecto; con que elementos se puede o no diseñar, jugar.

[5] Frase utilizada por el Arquitecto José María Sáez al referirse a su manera de entender el proceso de diseño (Saez, 2003). Al enfrentarse el Arquitecto a dicho proceso,  surge una situación indeterminada - con infinitas opciones y caminos a escoger- en la que es necesario trazar límites, encontrar pautas que filtren y reduzcan esa multiplicidad de opciones.

[6] Parece como si el proyecto debiera justificarse a como dé lugar desde el discurso conceptual. El mismo es mejor o peor en la medida en que sepa argumentarse a través de términos abstractos o metáforas arquitectónicas; estas, muchas veces ininteligibles para el usuario común.   

[7]A esta idea puede aportar el argumento de Fredric Jameson con respecto a la forma de producir obras de arte actualmente: “Lo que consumimos ya no es una entidad puramente visual o material, sino la idea de tal entidad. Lo que los artistas crean ahora no es la obra, ya sea en un sentido viejo o nuevo, sino la idea de la obra. [… ] y la propia obra, si es que todavía podemos llamarla así, es una mezcla de teoría y singularidad” (Jameson, 2012. p.72).

[8] Instituto Experimental Pestalozzi, centro educativo de pedagogía naturalista en el que priman las experiencias lúdicas y el desarrollo artístico.

[9] Bajo el enfoque fenomenológico la arquitectura deja de ser relevante por sus dimensiones, por su función  y pasan a destacar las impresiones sensoriales que esta produce, lo que evocan en el hombre. Las impresiones de formas, vacíos, colores, sonidos, proporciones, luces, sombras y texturas atribuyen cualidades poéticas a la arquitectura; las mismas que se develan a través de los sentidos durante la experiencia con los espacios, con las imágenes (Holl, 2011).
[10] “El espectador no vive, sólo contempla. La alienación del espectador en beneficio del objeto contemplado […] se expresa así: cuanto más contempla, menos vive, cuanto más acepta reconocerse en las imágenes dominantes de necesidad, menos comprende su propia existencia y sus propios deseos” (Hardmeier, 2009)

[11]  “Lo humano se juega en la afirmación de su diversidad, en la resistencia y el contraataque a la dinámica imparable de nuestra época, que necesita consolidar a todo los humanos en una masa obediente, mientras más homogénea, más dócil a las exigencias del orden social actual y su sorda pero implacable voluntad de catástrofe”  (Echeverría, 2010. p. 9 ).

[12]  “Lo que el homo ludens exigirá del marco de su vida será, en primer lugar, que responda a su necesidad de juego, de aventura y de movilidad, así como todas las condiciones que faciliten la libre creación de su propia vida. […] por su parte, querrá transformar, recrear este lugar, este mundo, según las nuevas necesidades que se presenten. […]  Con ello asistiremos a un proceso ininterrumpido de creación y re-creación, basado en una creatividad generalizada que se manifiesta en todos los campos de la actividad” (Nieuwenhuys, 1974)

[13] Desde un contexto externo a los centros del mundo occidental. (Europa y Norteamérica)

[14] “Es como si, en la existencia humana, el caos – lo otro, humanizado o “domesticado” como la contraparte del cosmos humano – hiciera un gesto de amenaza, fingiera hacer estallar esa humanización o “domesticación” que lo tiene aherrojado, destruirla (así sea lúdicamente para reconstruirla después)”
 (Echeverría, 2010. p. 123).

[15] Relación en la que unos producen  y otros reciben - y en contados casos adaptan y contextualizan - lo producido. Situación que, cómo se explicó en el primer capítulo de este escrito, está en constante reversión. Ahora también se empieza a producir y a aportar desde la periferia. 

[16] Tras el terremoto en 1995 en la ciudad japonesa de Kobe, Ban contribuyó a solventar la falta de viviendas con sus proyectos la casa de papel, y la iglesia de papel.  Además, ha realizado proyectos similares en India  y Turquía (Montaner, 2008).

[17] Destacan  proyectos como  The Old Market Library  (2009) y Klong Toey Community Lantern (2011); ambos realizados en Bangkok (Boundaries Magazine, 2012).

[18] Moreno ha permanecido muy próximo al Arquitecto José María Sáez, catedrático que ha marcado su carrera e incluso con quién ha colaborado en proyecto recientes -Casa Algarrobos (2010).

[19] En este sentido entiéndase la periferia bajo dos connotaciones: la periferia espacial-geográfica y la periferia del sistema establecido, del medio profesional convencional.

[20] La primera obra realizada por Moreno es El Taller (2008) proyecto de remodelación para su madre, la artista Pilar Flores.

[21] Medidas aproximadas del proyecto.
[22] “En efecto, los mismos lugares en donde discurre la existencia productivista son sometidos a una transfiguración para fines de la existencia festiva, el tiempo mismo se desentiende del ritmo mecánico del movimiento pragmático y se atiende ahora a otros, completamente alterados, el mundo de la rutina se encuentra convertido en otro mundo” (Echeverría, 2010. p. 122).
[23] Tal vez pueda entreverse aquí una cierta influencia del trabajo de su madre.

[24] “Se trata de una riqueza de formas que invade inconteniblemente la experiencia humana singular y colectiva y en la que expresa, más allá de su autopresentación exagerada – a través del cine de Hollywood y sus estrellas, de las música de rock y sus derivados y sobre todo de la televisión y su fomento de la afición pasiva al deporte y su héroes y a la pseudo-interacción de los videojuegos -, el dinamismo profundo, él mismo conflictivo y ambivalente, de una realidad que es la de una imposición civilizatoria” (Echeverría, 2010. p. 105).

[25] Aunque ávidos de novedad, de momentos veloces, de situaciones fugases, de constantes transformaciones.  “De lo que no hay duda es de que ahora cualquier cosa – y también todo – es posible, pero sólo a condición de que abrace lo efímero y consienta existir únicamente por un tiempo breve, como acontecimiento antes que como objeto duradero.” (Jameson, 2012. p. 74)