16.12.14

EDIFICIO FLOBAR

Autor: Diego Ponce Bueno.
Análisis: Carlos Martín Real Buenaño.


Fuente: Archivo Oficina Diego Ponce
Diego Ponce Bueno fue un arquitecto que se destacó como uno de los pioneros en la modernización de Quito. El haber estudiado en Brasil en la década de los 60 le permitió tener como referentes a Oscar Niemeyer y Lucio Costa y también vivir la ¨Modernización de América Latina¨, convirtiéndose en una persona sumamente dinámica, que aunque a primera vista podría parecer carente de un estilo definido, demuestra una lógica recurrente en la planificación de sus obras, muchas de las cuales se han convertido en icónicas en el país.
En su primera etapa como profesional, siendo aún un arquitecto muy joven se le encargaron proyectos de gran escala que lo convirtieron en uno de los constructores del Quito moderno y también provocaron sus primeros enfrentamientos con los arquitectos reconocidos de la época, quienes cuestionaban su capacidad aludiendo a su inexperiencia. Flobar es una de las obras de esta primera etapa con la cual demuestra su deslindamiento de la renaciente tradición colonial que se vivía en Ecuador, que aunque prolífera, era una tendencia conservadora.
Este edificio ubicado en una zona de alto crecimiento comercial en aquellos años, con almacenes distribuidos en dos plantas inferiores y oficinas en tres plantas superiores, demuestra el interés que Diego tenía porque sus obras transciendan en el tiempo. Consciente de que para lograrlo tenía que ser muy visionario, propone una composición que sobresale hasta la actualidad. 
Análisis de Fachada
Siendo un edificio comercial Diego considera importante su protagonismo en el entorno y propone una composición que sin perder su jerarquía se integra perfectamente en sus calles próximas.
A primera vista resalta un prisma imponente que, desafiando a la gravedad, se apoya sutilmente en una ligera base y logra una interesante relación entre elementos pesados y livianos aparentando que el prisma flota. También retrae la base creando una perfecta comunión entre el edificio y este espacio que convierte en público al que cubre con un voladizo del prisma superior. En la fachada principal rompe la ortogonalidad y enmarca las ventanas, minuciosamente diseñadas para armonizar la composición.
El edificio de cinco plantas distribuye su programa en dos bloques sobrepuestos, el primero la base semi-enterrada que sostiene al prisma ortogonal jerárquico en la composición. Al retraer la base brinda un nuevo espacio a la ciudad, un espacio de calidad evitando cerramientos, que a su vez sirve de plaza de ingreso para el edificio; y al enterrarla permite que las dos primeras plantas, que son de uso comercial, tengan conexión directa con esta plaza, generando ingresos independientes.


Análisis de Corte
Considerando el uso que se le da al edificio actualmente y asumiendo que el requerimiento ha sido el mismo desde su construcción es fácil pensar que el arquitecto analizó a fondo el tipo de actividad, en este caso comercial, que se iba a dar en el proyecto y de esta forma planteó su diseño respondiendo a las necesidades más básicas del usuario.
Actualmente Flobar sirve como punto de abasto a comerciantes minoristas de los productos de la marca ¨Oriflame¨, funcionado perfectamente, ya que en el diseño se priorizó el acceso peatonal hasta las plantas inferiores, en las cuales se realiza la venta. Diego evitó la tipología de construcción de edificios destinados a este uso que invaden la vereda planteando parqueaderos en los retiros frontales, consciente de que el espacio público ofrecido en este retiro sería más útil para el proyecto. En la primera de las plantas comerciales se ubican el punto de atención al cliente y el acceso a las oficinas; en la segunda el almacén de distribución de los productos. Ambos pisos necesitan accesos independientes  debido a su funcionamiento en diferentes horarios. Esto explica por qué se enterró la base que contiene estos dos pisos y se las vinculó con escaleras hacia la plaza de ingreso. Al momento de disponer los usos en estos dos pisos se consideró la característica que cada uno obtuvo con esta acción y se ubicó el almacén en el piso superior dándole mayor protagonismo. El acceso al bloque administrativo se ubicó en el piso inferior por su carácter más privado.
Si especulo sobre los requerimientos del cliente en 1981, cuando se realizó el diseño del edificio, asumo que se necesitaban locales comerciales y oficinas que funcionen independientemente y por ende que tengan accesos diferentes. Diego logró responder a los requerimientos creativamente con esta magnífica obra que funciona hasta el día de hoy sin demostrar grandes cambios; algo sorprendente en una ciudad culturalmente acostumbrada a modificar las obras originales de cada arquitecto sin conciencia sobre el planteamiento que se tuvo al momento del diseño.

SACHA JÍ

Autor: Diego Ponce 
Análisis: Tsai - Yu Hsieh


DIEGO PONCE Y OBRAS


Diego Ponce creció y se educó en el auge del Modernismo. Bajo la influencia de los más grandes modernistas brasileños, llegó a cambiar el enfoque de la ciudad quiteña.

En sus primeros pasos, Diego experimentó mucho con la implementación de la cortina de vidrio, aportando así con nuevas ideas y técnicas e introdujo el uso del vidrio reflector de cobre. Sin embargo, siempre se adaptó a las necesidades del usuario y otorgaba sentido a sus edificaciones. Jugaba mucho con la forma. Y en su primera etapa exploró las posibilidades formales de las pirámides truncadas, símbolo muy propio de los pueblos prehispánicos en América. El edificio La Filantrópica es un ejemplo de dicha exploración.

Con el tiempo la arquitectura de Diego se desarrolla, rompe algunos esquemas de su primera etapa, creando figuras mixtas, usa materiales del lugar, diseñando viviendas de diversos rasgos. Algo que desarrolla muy bien Diego es la vivienda de alta densidad. Tomando en cuenta todos los limitantes económicos y legales que enfrenta el diseño de estos proyecto, es muy difícil garantizar alta calidad de vida. No obstante, los proyectos de Diego introducen tipologías que facilitan la vida en comunidad y se mantienen intactos en el tiempo gracias a su selección de sistemas constructivos innovadores. 

Diego tiene una enorme flexibilidad para diseñar. En todos las tipologías de la arquitectura aplica un estilo diferente, sin aferrarse nunca a un lenguaje reconocible. No le interesaba que su arquitectura se convirtiera en una marca. Nadie reconocería que sus centros comerciales, su vivienda de alta densidad y sus edificios de oficinas pertenecen a un mismo autor. Tiene una personalidad que es notable, sus patrones se repiten pero no se agotan. En sus últimas obras, Diego comienza a interesarse en temas de sustentabilidad, y es gracias su hija Teresa Ponce que explora estos temas y lo hace posible en la obra Sacha Jí. Esta obra orgánica desde su forma hasta su proceso de construcción,  incluso en sus materiales y los elementos generadores de diseño.

Pero para Diego lo “verde” no era un descubrimiento, sus proyectos están imbuidos de una obsesión por lo verde. En todos ellos Diego muestra su obsesión en reproducir el verde en altura, siendo jardineras perimetrales o espacios verdes comunales, e incluso crear concavidades dedicadas a dar un respiro al edificio. Adaptándolos de manera que se integra con el proyecto o simplemente crea la mayor ruptura para llamar la atención. 

Diego fue uno de los arquitectos que tuvo una base firme en cuanto a la formación de su estilo arquitectónico, sin embargo, es impresionante la capacidad de adaptabilidad que tenía para romper sus propios esquemas y aceptar diferentes ideas. También es uno de los arquitectos que más evoluciona, y lo hace en todos sus aspectos. Nunca se detuvo en su investigación y búsqueda, aunque tuvo aciertos y desaciertos, nunca dudó en aceptar nuevos retos.

Sacha Jí

Sacha Jí. Vista frontal.
Fuente: Tripadvisor.com













Sacha Jí se acopla a la naturaleza de manera orgánica y sutil, curva sus vistas direccionándolas hacia el Lago San Pablo. Este proyecto atrae no solamente por su forma circular semienterrada en la montaña, sino por lo integral del concepto de diseño, cuyas funciones se complementan en un todo armónico.

Sacha Jí.  Vista hacia el lago San Pablo.
Fuente: Tripadvisor.com















Implantado sin intenciones de violar lo existente, Sacha Jí pasa desapercibido por su adaptación al terreno; evita la interrupción visual hacia su foco, el lago San Pablo. La forma curva que estructura el proyecto se basa en el círculo de la vida y expresa la manera en la cual la energía fluye. Gracias a esta forma se han obtenido diferentes beneficios: las visuales de 180 grados, el ingreso de la iluminación solar durante todo el día y la integración con el terreno. Dentro de su diseño espacial interno, las habitaciones se orientan hacia el lago, guardando sus instalaciones de servicio hacia el muro de contención. 

Sacha Jí. Vista Occidental.


















El proyecto se asienta sobre una base de llantas recicladas y gravilla, que en caso de movimientos sísmicos amortigua los esfuerzos que recibirá la estructura. Éste sistema ha sido estudiado e implementado en arquitectura sustentable, y es uno de los métodos de reciclaje más completos por su doble función como amortiguador sismo resistente y aislante térmico. Por otra parte, la mampostería y la cubierta jardín está diseñadas de manera que retienen la energía y mantienen la temperatura interna constante, razón por la cual no ha sido necesario implementar sistemas de calefacción o aire acondicionado, reduciendo el desperdicio energético. Los ladrillos de dichas mamposterías fueron realizados con la tierra del sector, evitando desperdicios de materia prima y recursos humanos en trasporte de materiales ajenos al sector. 

Sacha Jí. Base de llantas recicladas y gravilla.

















En cuanto a la alimentación, Sacha Jí cuenta con un huerto orgánico, del cual se auto-abastece, cerrando el ciclo de producción-consumo interno y aportando alimentación sana y natural, garantizando el bienestar en el aspecto físico, emocional y energético.

Sacha Jí. Huerto orgánico.
Fuente: Tripadvisor.com











Si Diego tuviese un poco más de tiempo, sin duda se hubiera dedicado a investigar sistemas nuevos para desarrollar la arquitectura sustentable actual, tratando de redirigir su enfoque hacia una dirección más ecológica y ambiental, ya que esta rama es indudablemente pertinente hoy en día, y Diego aceptaría dicho reto sin pensarlo dos veces. 

15.12.14

CASA DE LA CULTURA ECUATORIANA "BENJAMÍN CARRIÓN"

Autor: Arquitecto René Denis Zaldumbide
Anteproyecto y proyecto definitivo (1956-1960)
Construcción (1975-1980)


Ubicación. Fuente: propia
Av. 12 de Octubre y Av. Patria



El reflejo inconmensurable de la cultura de Quito

Por: Francisco Morales



Vista de la CCE desde la Pontificia Universidad Católica del Ecuador
Fuente: Propia


Contexto Urbano
Relación con la ciudad

La Casa de la Cultura Ecuatoriana “Benjamín Carrión” (CCE) se encuentra ubicada en la Av. 12 de Octubre y Av. Patria, donde con ayuda del Parque El Ejido, un gran verde que por su incidencia diaria de personas; ha concebido un espacio de encuentros y cotidianidad en la parte Centro-Norte de la ciudad de Quito.
Este elemento de grandes dimensiones, protagoniza la esquina de una de las avenidas que ha visto materializar una época de opulencia económica como fue la década de los 60, donde no se puede perder de vista las imponentes edificaciones que rozan los cielos de la Av. Patria, así como a sus alrededores que son la antesala del maravilloso ingreso al Centro Histórico de Quito.
Los procesos urbanos a los cuales ha sido sometido este sector, ha permitido el desarrollo de un eje urbano, hoy en día consolidado mediante estos procesos de urbanización para centros de articulación de la ciudad de Quito; donde la CCE es la sede cultural que dinamiza la afluencia de personas, pero que visualmente e inconscientemente nos muestra una cara egoísta y reservada de su interior, ¿es acaso un síntoma de una enfermedad, por así llamar a la repelencia de un espacio público?, que estuvo por mucho tiempo bloqueada por una cerca metálica que limitaba el ingreso de las personas al coloso circular.



Diagrama sobre la crítica del espacio público de la CCE.
Fuente: Propia

Si bien es cierto, que esta sede cultural colinda con espacios públicos de basta relevancia como son el parque El Ejido y el parque El Arbolito, cave recalcar que este segundo es un lugar de concentración popular (Comercio, 2012). En este artículo de El Comercio se expresa históricamente el por qué es un ícono popular y político de la ciudad de Quito, donde según un edicto del presidente Sixto Durán Ballén asigna un espacio de encuentro para movilizaciones indígenas, en especial por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie). Este espacio matizado entre aspectos políticos, culturales y sociales, ha sido participe de grandes momentos de oposición política al estado que se han hecho presentes para la planificación y concentración de protesta a organizaciones que se encuentran en el poder político.



Parque El Arbolito (Esfera).
Fuente: Arboleando, 2012





Crítica a la "Esfera" (Inserción árbol de aguacate) - Parque El Arbolito
Fuente: Arboleando, 2012


Parque El Arbolito (Marcha Indígena)
Fuente: Arbolenando, 2012

Contexto Arquitectónico
Relación con lo material

Este eminente complejo Arquitectónico que tiene actualmente más de 50.000 metros cuadrados de construcción, fue diseñado por el arquitecto René Denis Zaldumbide quien sería uno de los primeros arquitectos nacionales que regresaron egresados de universidades del extranjero, con una concepción de la modernidad muy amplia; la cual le permitiría ser partícipe de este movimiento en el Ecuador.
De esta manera la CCE cristalizó su idea materializándola a partir de componentes de hormigón, no solo estructurales sino también en su fachada, compuesta de prefabricados de hormigón fundido in situ y un envolvente acristalado donde se refleja todo el contexto urbano, un muro cortina que genera una fisonomía novedosa y diferente para época. Además, este gigante completa su acorazado con planos hiperbólicos que conforman una techumbre muy provocativa a la vista de la ciudad.




Fachada Teatro nacional.
Fuente: propia

Muro cortina CCE
Fuenyte: Propia

Programa
Relación con el uso

El Dr. Benjamín Carrión, fue el idealista de reforzar a la cultura ecuatoriana como soporte de las condiciones políticas y económicas, donde se establece diversas actividades relacionadas con la ocupación de un espacio destinado a profundizar y realzar temas culturales y artísticos del Ecuador. Mediante estas realidades se desarrollarán los distintos espacios con los cuales contaría este edificio cultural, pero que estarían cubiertos por el acorazado, durante los confinamientos sociales del uso mínimo de las actividades realizadas en su interior.
El desarrollo de las actividades, crean espacios colectivos como auditorios, salas de exposiciones, salones multifuncionales y lugares administrativos que velan el interés cultural de la CCE. Todas las relaciones colectivas, han tenido el uso de constante y retroactivo que no han permitido que este manifiesto arquitectónico no se pierda en el tiempo, pero con deficiencia en su espacio público; del cual sólo se dinamiza por los verdes antes mencionados aledaños al envasado cultural.


Planta Usos
Fuente: Municipio de Quito

Función
Relación con el usuario

El usuario es una mixtura de varios factores políticos, económicos y sociales, el mismo que manifiesta un sin número de requerimientos colectivos, los cuales le permitan formar parte de las actividades relacionadas al elemento arquitectónico, que desarrollen los procesos culturales previstos en la organización programática de la CCE, al promover la creación de innumerables micro sedes culturales dentro del complejo cultural y al definir el patrimonio histórico y cultural del Ecuador.


Vista de la CCE desde el Parque El Ejido
Fuente: propia

Conclusión

La Casa de la Cultura del Ecuador es un ícono más que todo social, que ha logrado jerarquizar los aspectos culturales de los últimos tiempos, pero que sin estos dos grandes verdes como detonantes colectivos no se conjugaría todo un gran espacio autónomo en su entorno.
La dinámica del acorazado se encuentra en la imponente construcción visible en los elementos arquitectónicos, obtenidos en el deslumbramiento del movimiento moderno en el Ecuador, que llegó a posesionarse de este sector de acuerdo a las condiciones políticas y económicas que servían este momento de la historia de Quito.
Además, la CCE y sus alrededores han conformado una estética monumentalista, no por sus grandes dimensiones sino por la funcionalidad y la concentración de  espacios dedicados al “colectivo” y al desarrollo del sector Legislativo.

Por último, es importante mencionar que los desarrollos culturales actuales se han abierto camino a muestra de "El reflejo inconmensurable de la cultura de Quito".

EDIFICIO RENAZZO PLAZA, ARQUITECTO RAFAEL VELEZ CALISTO

OBRA: EDIFICIO RENAZZO PLAZA
PROYECTISTAS: RVC ARQUITECTOS CONSULTORES
                               ARQ. RAFAEL VELEZ CALISTO.
                               ARQ. RAFAEL VELEZ MANTILLA.
AÑO DE CONSTRUCCIÓN: 2005
SUPERFICIE DE CONSTRUCCIÓN: 26.000 m2


ELABORADO POR: VALERIA VILLACÍS MELO


Imagen 1: Referencia 1


Frente a La Carolina un parque importante del norte de la ciudad de Quito, se encuentra ubicado el sector financiero, que por su potencialidad de centralidad ha llegado a ser el punto de convergencia de edificios institucionales, corporativos y comerciales, entre ellos el edificio Renazzo Plaza, que se ubica específicamente en la intersección de una gran avenida que conecta longitudinalmente la ciudad y de una calle secundaria, al oeste la Avenida Shyris y al norte la calle Suecia. 

Imagen 2: Referencia 2


Un edificio de gran altura como el resto de su entorno, se compone de quince plantas de oficinas y cuatro subsuelos de parqueaderos. Consciente de su contexto y su condición esquinera, genera una plaza que constituye un punto de encuentro para los ciudadanos. Esta plaza se levanta ligeramente del nivel de la acera, se abre a la avenida principal y supera los requisitos de retiro de la ordenanza municipal, esta última se concibe como una intención de amortiguamiento entre lo vacío del parque y lo densificado del borde urbano, una característica que diferencia a esta de otras edificaciones del sector que coinciden con la misma tipología de edificio corporativo. Hacia la calle secundaria y a 30 metros aproximadamente de la avenida principal está ubicado el ingreso vehicular al edificio que junto con la rampa de acceso peatonal, constituyen el lado norte de la plaza.

En la plaza de ingreso, los elementos arquitectónicos, que dividen lo público de lo privado en planta baja que son el muro y la mampara de vidrio, retroceden diagonalmente generando un embudo que direcciona al ingreso del edificio y descompone el rectángulo perfecto de la composición de la planta baja. Al aproximarse al interior de esta planta, se presenta la misma intención de embudo, encontrando en la parte más amplia dos espacios continuos, un exterior y el otro interior, que funcionan como ingreso, el primero con una altura de 11 pisos y rodeado únicamente de estructura vista, que genera un filtro entre la plaza exterior y el interior del edificio; el segundo espacio, con la misma idea de gran entrepiso, tiene 6 pisos de altura y enmarcado por mamparas de vidrio, direcciona al usuario hacia la recepción. 

Planta Baja
Imagen 3: Referencia 3

El programa en planta baja es de servicios corporativos, bancarios y financieros, de carácter más público lo que genera más afluencia de personas a diferencia de las plantas superiores, por lo que su distribución espacial dentro del edificio es la única en su tipo. Las seis oficinas ubicadas en esta planta, se orientan hacia la plaza de ingreso, en sentido norte y oeste, mientras que en el centro de la planta se genera un eje longitudinal producto de la concentración de espacios servidores donde se ubican baterías sanitarias y un eje de circulación vertical, que incluye ascensores y gradas de emergencia, los cuales no requieren de mayor iluminación natural. En la esquina sureste del edificio, se encuentra un patio interno abierto junto a unas escaleras que acceden a oficinas de carácter privado, el patio funciona como un estar exterior y resalta la idea de un espacio liviano en medio del conjunto de edificios que lo rodea.

La distribución espacial en plantas superiores se desarrolla en base a varias plantas tipo, con ligeros cambios de la una a la otra. El primer y segundo piso son dos plantas diferentes, mientras que en el resto de pisos se utilizan tres plantas tipo, una del tercero al quinto piso, otra del sexto al décimo piso y una de mayor tamaño en las plantas once, doce y trece. La propuesta espacial en las plantas tipo varía, aunque comparten la intención de generar varias oficinas independientes en una sola planta. Las oficinas se distribuyen a lo largo de un eje de circulación horizontal, un pasillo ubicado en el centro de la planta que en ciertos pisos se vuelve más cálid0o por el ingreso de luz natural que produce estar ubicado junto al hall de ingreso de 6 pisos. El sentido de orientación de las oficinas y los pasillos del edificio, responde a uno de los mayores problemas que presentan hoy en día las construcciones en altura, que por lo general carecen de ingreso de luz natural en su interior y se ven obligados a utilizar permanentemente luz artificial. 

Exteriormente el ingreso de luz natural se capta debido a los elementos de las fachadas, al ser el vidrio el material principal, combinando en la propuesta volumétrica la pesadez de masa con la ligereza de los muros cortina. Compositivamente el edificio hace un juego de tres elementos principales, una base, un volumen cuadrado de cuatro plantas y otro de mayor jerarquía que horizontalmente concluye la volumetría del edificio y verticalmente cubre la esquina suroeste del mismo. Las cuatro fachadas son distintas una de la otra; en la fachada frontal orientada hacia el oeste, de abajo hacia arriba y sin rematar en la parte sur del edificio, se establece la planta baja donde el juego de llenos y vacíos reflejan su distribución espacial interior, esta composición ligera y evidente genera un equilibrio entre lo cerrado - privado de las plantas superiores del edificio y lo abierto - público de su entorno, el parque La Carolina. Sobre la planta baja se conforma otro piso que se percibe como una faja de transición hacia las plantas superiores; este primer piso junto con la planta baja se presenta como la base del edificio. La siguiente planta sugiere la idea de una junta de dilatación compositiva que resalta la fusión de las cuatro plantas superiores, conformadas como un solo volumen cuadrado de franjas horizontales sólidas y ligeras que insinúan tenuemente la división de los espacios interiores. Sobre éste se reconoce otra junta de dilatación que introduce al elemento más predominante del edificio, este último funciona como un marco de dos lados únicamente, en forma de L invertida, que encuadra al resto del edificio en dirección noroeste. Verticalmente una fuerte composición estructural conforma un atrio que visualmente divide en la fachada frontal, el volumen cuadrado del centro y marco en L invertida. En esta composición estructural se aprecia la articulación de la estructura de hormigón armado, un sistema constructivo muy común y tradicional en nuestro medio.

Fachada oeste (frontal)
Imagen 4: Referencia 3


Aunque las fachadas del edificio en su composición comparten los tres volúmenes principales, contienen ciertos elementos arquitectónicos que las diferencian. En la fachada norte se logra un contraste entre lo pesado y lo liviano, cuando un plano blanco y macizo con pequeños vanos se adiciona al volumen cuadrado del centro del edificio, mientras que la fachada sur existe un encuentro entre este volumen central y el de mayor jerarquía, que al igual que en la fachada  frontal, enmarca en forma de L la parte central. La fachada este es más simple en cuanto a composición, se conforma del volumen central cuadrado y este elemento fuerte de lo alto del edificio que juntos componen todo el plano de la fachada, divididos por un volumen sólido, producto de la ubicación de la circulación vertical.

La forma en que las fachadas se relacionan con el exterior, utilizando materiales ligeros y cómo los espacios se distribuyen en las plantas, siendo cada oficina independiente una de la otra, aún estando en la misma planta y compartiendo la circulación vertical y horizontal, hace de esta obra arquitectónica un ejemplo evidente de cómo ha evolucionado esta tipología de edificio financiero, corporativo y comercial, en las últimas décadas; anteriormente estas tres actividades se desarrollaban en diferentes edificio. Hablando específicamente de una entidad bancaria, su solidez, privacidad y alta seguridad se reflejaba en sus pesadas fachadas, destinando edificios completos a esta actividad mientras que hoy sus diferentes sucursales ocupan solo parte de uno de estos edificios, como es el caso del Renazzo Plaza, en donde convergen distintas actividades económicas y financieras. 

La preocupación del arquitecto, por la falta de espacio público en la ciudad, lo lleva a superar los retiros mínimos del lote, siendo la prioridad en su diseño el respeto por el entorno y la calidad de los espacios interiores, lo que hace de esta obra un ejemplo de fusión del interés particular, el cliente y el colectivo la ciudad.


Implantación
Imagen 5: Referencia 2


Planta Baja
Imagen 6: Referencia 2 


Planta 5to piso
Imagen 7: Referencia 2 


Corte general
Imagen 8: Referencia 2 


Fachada oeste (frontal)
Imagen 9: Referencia 2 


Fachada norte (lateral)
Imagen 10: Referencia 2


Imagen 11: Referencia 1 

Imagen 12: Referencia 1 

Imagen 13: Referencia 1


Imagen 14: Referencia 3


Imagen 15: Referencia 1


Imagen 16: Referencia 3

Imagen 17: Referencia 3


 Imagen 18: Referencia 1


Imagen 19: Referencia 1



Imagen 20: Referencia 3



Referencia 1: Fotografía Sebastián Crespo
Referencia 2: RVC Arquitectos
Referencia 3: Valeria Villacís Melo

14.12.14

CENTRO CULTURAL METROPOLITANO (2000) FERNANDO FLORES

CENTRO CULTURAL METROPOLITANO

ARQ. FERNANDO FLORES, ARQ. JAIME ANDRADE, ARQ. SOLEDAD DULCE, ARQ. MAURICIO MORENO2000



Entrevista Arq. Fernando Flores 2014 from Andrés Mauricio Mesías on Vimeo.

Ensayo por: Mauricio Mesías

Diagonal a la Plaza de la Independencia se encuentra el edificio del Centro Cultural Metropolitano; en el corazón de la ciudad de Quito, el complejo arquitectónico construido por los jesuitas en el siglo XVII  es testigo de la historia educativa universitaria del país, factor social que incide en los elementos arquitectónicos actuales de la edificación.


Considerado un monumento arquitectónico por ser el testimonio vivo de la historia de Quito, guarda evidencias del periodo colonial, de la independencia, del inicio de la república hasta nuestros días.
Ocupación del predio Centro Cultural Metropolitano, elaboración propia
En esta manzana se asentó una de las cinco congregaciones católicas que llegaron a la ciudad “los Jesuitas” su vocación educativa   vino a fortalecer la enseñanza media y superior; se creó: la biblioteca Nacional, el colegio San Gabriel,  la Universidad Santo Tomás de Aquino que más tarde se llamará universidad Central del Ecuador.

Hechos históricos de relevancia se escribieron en predios jesuitas como el ocurrido el 13 de mayo de 1830 en el Salón de Actos de la Universidad de Quito “Santo Tomás de Aquino.   Se declaró que  constituían al  Ecuador como un” Estado libre e independiente” hasta consolidar la Primera Constituyente en Riobamba, como lo afirma[1]

En la república del Ecuador siglo XIX a partir de la independencia, el uso del edificio no varió mucho, la universidad funcionó en la mayor extensión del terreno, la menor extensión  pertenecía al cuartel y en la esquina nororiental funcionó la Casa de la Moneda, donde se acuñaría los primeros Escudos de oro, pesetas y medios reales de plata.

A pedido del  Presidente García Moreno el 12 de agosto de 1862 se restituyó  estos predios a un grupo de jesuitas que llegaron al país y se ordena construir un sólido edificio en el sitio de la antigua Casa de la Moneda se independizan las dos instituciones el colegio Nacional San Gabriel, la biblioteca Nacional y el Seminario.

Cuando el Colegio San Gabriel se convierte en privado, se construye una  pared divisoria existente hasta la actualidad con la propiedad de los jesuitas. Por la creciente demanda que tenía la Universidad Central llama a concurso para construir un nuevo edificio; derrocando la construcción colonial. Este nuevo edificio se incendia casi totalmente en 1929 y pasa por un largo periodo de restauraciones inconclusas.

Para 1945, la Universidad entrega el edificio al Municipio a cambio de unos terrenos al norte, donde actualmente se encuentra la ciudadela universitaria. Sin embargo, sigue ocupándolo hasta entrados los años 60.


DESCRIPCIÓN DEL EDIFICIO ANTES DE LA REHABILITACIÓN



El edificio está en la memoria ciudadana por su amplia dimensión cultural y social, especialmente por su arquitectura su forma, la fachada monumental que da hacia la calle Garcia Moreno evidencian equilibrio  con el tamaño del edificio El pórtico central de la fachada se enfatiza con el revistimiento íntegral de piedra, dando como resultado que la conformación del volumen desde el punto de vista  urbano guarda armonía con el resto de edificaciones coloniales del sector, la organización del edificio resuelve perfectamente la importancia que tiene la esquina que da hacia la Plaza de la Independencia cuyo ángulo quedó inconcluso ya que sobre este sector estaba prevista la construcción de una cúpula de vidrio.
Centro Cultural Metropolitano fuente: el comercio


Desde lo espacial, el edificio era carente de meritos y cualidades, ya que se habia perdido su organización espacial por las series de ampliaciones que demandaban los usos cambiantes, el único espacio con calidad de proporción en profundidad y ritmo en sus fachadas interiores, era el patio sur, el patio norte quedó inconcluso en la diagonal con la plaza de la independecia y su aspecto era precario.

Antigua Universidad Central, patio norte fuente: Arq. Fernando Flores 



El espacio central que originariamente fue diseñado como sala de lectura de la biblioteca de la Universidad se transformó luego de una lamentable intervención en el Paraninfo y finalmente fue utilizado como  Salón de la Cuidad. Era un espacio caótico en el que su estructura de hormigón armado irrumpía desordenadamente.


Antiguo Salón de la Ciudad fuente: Arq. Fernando Flores

El funcionamiento del edificio era defectuoso, había un exceso de circulaciones y muy poca área útil. El Hall era desproporcionado con respecto a su tamaño y función, las dos escaleras, fueron construidos en los años 40 en dos de los cuatro patios que iluminaban la biblioteca de la Universidad, es por eso que desembocan en el corredor de la planta baja y no en el hall.
El edificio del museo, por tratarse de un edificio colonial se respetó todos los componentes originales y se intervinieron solamente las restauraciones que no estaban acorde con la estructura general.


LA REHABILITACIÓN


La rehabilitación de los edificio planificada por el Arq. Fernando Flores, Arq. Jaime Andrade, Arq. Soledad Dulce, y Arq. Mauricio Moreno se  acometió, planteando con el objetivo fundamental de dotar a esta edificación de aquello que carecía, basados en los cuatro componentes fundamentales de la arquitectura: función, forma, espacio y tecnología; sin embargo este criterio debía conciliarse con el de conservación ya que se trataba de un monumento histórico.
 
Plantas Generales


En lo espacial existe una interrelación entre los tres patios a partir de la plaza grande; en lo funcional distribuyendo las tres grandes zonas; biblioteca, centro administrativo y de servicios, y el centro de arte a partir del acceso principal de la calle García Moreno; en lo formal, cubriendo el patio norte y restituyendo el histórico espigón central y en lo tecnológico consolidando la estructura de muros y modernizando las infraestructuras.


El patio norte se recuperó conservando la forma cuadrangular original y de las arquerías en los niveles de las dos fachadas existentes; la parte superior que se construyo para conformar el patio  mantiene una geometría contemporánea con relleno en los muros ciegos, que fueron revestidos con fachaleta respetando el hermetismo que necesita las zonas de curación del museo, mientras que el nivel inferior se armonizó con el ángulo antiguo manteniendo la geometría, el ritmo y proporciones de las arquerías anteriores, conservando el carácter con el revestimiento de piedra. Además se recubrió con una cubierta piramidal de hierro y vidrio, con lo que se ganó un espacio para exposiciones itinerantes, eventos culturales que requieren de una zona abierta.
La inserción de esta estructura de corte contemporáneo se la hizo con el mayor respeto e independencia del edificio; ya que no se apoya en la edificación siendo una intervención reversible.


 
Centro Cultural Metropolitano 2000 Patio Norte fuente: Arq. Fernando Flores

Otra intervención importante es la restauración del patio sur por ser un testimonio válido de la arquitectura neoclásica, y se intervino parcialmente en el patio del museo liberando las ampliaciones que habían desvirtuado los valores esenciales del espacio.

Centro Cultural Metropolitano 2000 Patio Sur fotografía: Sebastian Crespo 

Finalmente se intervino en el antiguo “Salón de la Ciudad” en la zona central de la edificación creando un espacio dinámico a doble altura de carácter contemporaneo que resalta como Ícono de la nueva función cultural y que expresa simbólicamente la dialectica del tiempo en la intervención.
Este espacio convertido ahora en la principal sala de lectura de la Biblioteca Municipal, considerado como un espacio dinámico en el que contrastan armoniosamente los gigantescos muros de ladrillo con la levedad y transparencia de los parámetros de vidrio, las estructuras de hierro y la cubierta curva de madera son idependientes de la edificación patrimonial por lo tanto son reversibles.

Biblioteca Centro Cultural Metropolitano 2000 Patio Sur fotografía: Sebastian Crespo

Conclusiones 

¿Cómo intervenir en una edificación patrimonial?,  ¿Cómo intervenir en el contexto de Quito como primer patrimonio de la humanidad? Formularse estos cuestionamientos es importante para definir las intenciones proyectuales. Y al parecer la idea del equipo de arquitectos que participo en esta rehabilitación no es errada ya que supieron imporporar los elementos de la arquitectura que habian definido como ausentes con estrategias potentes con gran jerarquia sobre la edificación,  sin embargo no compiten con las características esenciales arquitectónicas originales al contrario las rescantan y las resaltan.

Fachadas internas patio Norte Centro Cultural Metropolitano 2010 fuente:http://www.photo-culture.com
Diagrama explotado patio norte Centro Cultural Metropolitano elaboración propia


Diagrama explotado zona Biblioteca Centro Cultural Metropolitano elaboración propia


[1] Kléver Antonio Bravo en su discurso sobre el NACIMIENTO DE LA REPÚBLICA DEL ECUADOR 2013.