Dentro de
los grandes ejemplos que podemos encontrar en la ciudad de Quito de la arquitectura
moderna de los años 60, se
encuentra El Teatro Politécnico, construido por Oswaldo de la Torre en 1996. Destacándose
de otras obras por su gran complejidad volumétrica y formal en donde se
resaltan grandes rasgos constructivos y técnicos empleados por Oswaldo de la
Torre en el diseño,
la materialización y la construcción del
teatro, en el cual se destaca el hormigón visto y su estructura de hormigón
armado.
Antecedentes:
Oswaldo de la Torre nacido en Machachi el 22 de Mayo de 1926. Realizo sus estudios universitarios inicialmente en la Facultad de Ing. Civil de la Universidad Central del Ecuador en donde tras abrirse la Faculta de Arquitectura se cambia por sentir mayor afinidad a esta, sus inicios en ingeniería civil explican su habilidad y conocimiento en las áreas de la construcción y en el manejo de materiales como el hormigón visto. Oswaldo de la Torre hace su aparición innovando en estas áreas y generando grandes aportes a la arquitectura y en el desarrollo de sus obras, ejemplo de esto es la técnica que hace del hormigón visto algo escultórico.
Sus diseños partían de la función, y luego como Oswaldo de la Torre lo denominaba “el envolvente fluye gratuitamente”, generando de esta forma sus esquemas, bocetos y maquetas de estudio en los que buscaba una interrelación entre la composición volumétrica y la tecnología constructiva, con una composición volumétrica vistosa y compleja, marcando así una diferencia entre el paisaje urbano de la arquitectura colonial con la moderna. Como se puede observan en sus obras: Casa José Dassum (Premio Ornato 1961), Casa Ramón Chérrez (Premio Ornato 1964), Facultad de Ingeniería Mecánica de la Escuela Politécnica Nacional, Teatro Politécnico y Edificio Administrativo de la Escuela Politécnica Nacional, Edificio Pérez Pallarez (Premio Ornato 1967), Edificio “El Ejecutivo”, entre otros.
Teatro
Politécnico:
El Teatro
Politécnico se implanta dentro de la Universidad Politécnica del Ecuador, en
donde su composición volumétrica inclinada en voladizo combinada con la
materialidad y estructuras vistas hace de esta obra un elemento escultórico
además de arquitectónico.
El teatro se coloca sobre un sócalo de piedra y hormigón, proyectándose hacia arriba con su graderío escalonado en voladizo y rematando en la parte superior con una cabina de sonido que sobresale del volumen exterior, conservando el esquema de un teatro en donde la visual se proyecta a 160° desde el escenario hacia el público y la cabina en la parte central para regular mejor el audio y sonido. El teatro se eleva del suelo y genera un volumen macizo y pesado de hormigón suspendido parcialmente del suelo. Rompiendo el esquema tradicional de arquitectura moderna en el Ecuador.
© Xavier Saltos |
El teatro se coloca sobre un sócalo de piedra y hormigón, proyectándose hacia arriba con su graderío escalonado en voladizo y rematando en la parte superior con una cabina de sonido que sobresale del volumen exterior, conservando el esquema de un teatro en donde la visual se proyecta a 160° desde el escenario hacia el público y la cabina en la parte central para regular mejor el audio y sonido. El teatro se eleva del suelo y genera un volumen macizo y pesado de hormigón suspendido parcialmente del suelo. Rompiendo el esquema tradicional de arquitectura moderna en el Ecuador.
Esquema 1 |
Esquema 2 |
Este
volumen es sostenido por 2 muros de hormigón armado estructurales a sus
costados, que además de sostener el voladizo del teatro, enmarcan al mismo, permitiendo a este generar un retranque en el
ingreso principal de la fachada frontal que se encuentra iluminada por una
franja de vidrio para el ingreso natural de luz. Que genera una separación
visual entre el sócalo y el ingreso con el volumen de hormigón elevado. Obteniendo
una sensación de suspensión de este volumen macizo y pesado en el aire. Así da
paso a una plaza inferior que rodea el teatro y recibe a sus usuarios.
Los cuales pueden acceder al teatro por dos ingresos con gradas. El primero en su fachada frontal geométricamente ubicada en la mitad y el segundo al costado derecho que lleva directamente al primer nivel sin pasar por el ingreso, prolongándose en la misma dirección e inclinación del volumen principal para llegar a la parte superior del graderío acompañado por una franja de luz natural que perfila y remarca esta circulación vertical incrustada en el volumen principal.
Esquema 3 |
Esquema 4 |
Los cuales pueden acceder al teatro por dos ingresos con gradas. El primero en su fachada frontal geométricamente ubicada en la mitad y el segundo al costado derecho que lleva directamente al primer nivel sin pasar por el ingreso, prolongándose en la misma dirección e inclinación del volumen principal para llegar a la parte superior del graderío acompañado por una franja de luz natural que perfila y remarca esta circulación vertical incrustada en el volumen principal.
Al
observar El Teatro Politécnico inmediatamente resalta 2 características
fundamentales. La primera, su materialidad de hormigón visto muy utilizada por
Oswaldo de la Torre con su propia técnica, y la segunda la forma escultórica,
pesada y maciza del teatro como resultado de la primera, que es combinada con
otros materiales similares (sobrios y duros) como la piedra que parte del suelo
y sube en su fachada.
© DumusUrbano, Carlos Vayas |
La
complejidad de su volumen y forma es notoriamente dada por la plasticidad del
material, que a pesar de ser hormigón, en su proceso de construcción
simplemente adquiere la forma del molde o encofrado que se lo coloque. Pero que
a su vez representa varias dificultades en su acabado final si realmente no se
lo sabe utilizar e implementar adecuadamente. Factor en el que El Teatro
Politécnico es simplemente impecable, ya que en sus fachadas no existen fisuras
generadas por un mal fraguado del hormigón, ni huecos por un mal compactamiento
del hormigón vertido, ni otra caracteriza en la que existan fallas que se
evidencien en el hormigón visto sino mas bien lo contrario, se nota tan solo
por la textura, tonalidad y estética del teatro que al momento de ser
construido se denominaba la técnica del hormigón visto. Permitiendo de esta
manera darle a la volumetría general varios detalles estéticos y escultóricos
particulares.
Esto
es lo hace un gran ejemplo del movimiento brutalista que tuvo su auge entre
las décadas de 1950 y 1970. Que se caracteriza por
geometrías angulares repetitivas, y las texturas de los moldes que se emplearon
para dar forma al hormigón. En donde se representa el material en bruto, tal
cual lo hace Oswaldo de la Torre en el Teatro Politécnico con el hormigón visto
y la piedra abusardada que se encuentra en la plaza frontal y sube por los
muros del ingreso principal.
© DumusUrbano, Carlos Vayas |
Además
de estas particularidades es imprescindible resalta el manejo de la luz en la
composición del teatro, en donde se nota por las pequeñas
claraboyas superiores, el borde superior de cristal en el ingreso y la línea continua
en la circulación vertical exterior, que Oswaldo de la Torre poseía esa
sensibilidad para filtrar la luz y combinarla con los materiales vistos para
así generar varias sensaciones espaciales. Cualidades que hacen del Teatro
Politécnico un icono dentro de nuestra ciudad.
Bibliografia:
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