14.12.14

TEATRO POLITECNICO – OSWALDO DE LA TORRE

Dentro de los grandes ejemplos que podemos encontrar en la ciudad de Quito de la arquitectura moderna de los años 60, se encuentra El Teatro Politécnico, construido por Oswaldo de la Torre en 1996. Destacándose de otras obras por su gran complejidad volumétrica y formal en donde se resaltan grandes rasgos constructivos y técnicos empleados por Oswaldo de la Torre en el diseño, la  materialización y la construcción del teatro, en el cual se destaca el hormigón visto y su estructura de hormigón armado.

© David Sánchez


Antecedentes:




Oswaldo de la Torre nacido en Machachi el 22 de Mayo de 1926. Realizo sus estudios universitarios inicialmente en la Facultad de Ing. Civil de la Universidad Central del Ecuador en donde tras abrirse la Faculta de Arquitectura se cambia por sentir mayor afinidad a esta, sus inicios en ingeniería civil  explican su habilidad y conocimiento en las áreas de la construcción y en el manejo de materiales como el hormigón visto. Oswaldo de la Torre hace su aparición  innovando en estas áreas y generando grandes aportes a la arquitectura y en el desarrollo de  sus obras, ejemplo de esto es la técnica que hace del hormigón visto algo escultórico.


Sus diseños partían de la función, y luego como Oswaldo de la Torre lo denominaba “el envolvente fluye gratuitamente”, generando de esta forma sus esquemas, bocetos y maquetas de estudio en los que buscaba una interrelación entre la composición volumétrica y la tecnología constructiva, con una composición volumétrica vistosa y compleja,  marcando así una diferencia entre el paisaje urbano de la arquitectura colonial con la moderna. Como se puede observan en sus obras: Casa José Dassum (Premio Ornato 1961),  Casa Ramón Chérrez (Premio Ornato 1964), Facultad de Ingeniería Mecánica de la Escuela Politécnica Nacional, Teatro Politécnico y Edificio Administrativo de la Escuela Politécnica Nacional, Edificio Pérez Pallarez (Premio Ornato 1967), Edificio “El Ejecutivo”, entre otros.


Teatro Politécnico:


El Teatro Politécnico se implanta dentro de la Universidad Politécnica del Ecuador, en donde su composición volumétrica inclinada en voladizo combinada con la materialidad y estructuras vistas hace de esta obra un elemento escultórico además de arquitectónico.


© Xavier Saltos

El teatro se coloca sobre un sócalo de piedra y hormigón, proyectándose hacia arriba con su graderío escalonado en voladizo y rematando en la parte superior con una cabina de sonido que sobresale del volumen exterior, conservando el esquema de un teatro en donde la visual se proyecta a 160° desde el escenario hacia el público y la cabina en la parte central para regular mejor el audio y sonido. El teatro se eleva del suelo y genera un volumen macizo y pesado de hormigón suspendido parcialmente del suelo. Rompiendo el esquema tradicional de arquitectura moderna en el Ecuador.




Esquema 1

Esquema 2


Este volumen es sostenido por 2 muros de hormigón armado estructurales a sus costados, que además de sostener el voladizo del teatro, enmarcan al mismo,  permitiendo a este generar un retranque en el ingreso principal de la fachada frontal que se encuentra iluminada por una franja de vidrio para el ingreso natural de luz. Que genera una separación visual entre el sócalo y el ingreso con el volumen de hormigón elevado. Obteniendo una sensación de suspensión de este volumen macizo y pesado en el aire. Así da paso a una plaza inferior que rodea el teatro y recibe a sus usuarios.


Esquema 3


Esquema 4


Los cuales pueden acceder al teatro por dos ingresos con gradas. El primero en su fachada frontal geométricamente ubicada en la mitad y el segundo al costado derecho que lleva directamente al primer nivel sin pasar por el ingreso, prolongándose en la misma dirección e inclinación del volumen principal para llegar a la parte superior del graderío acompañado por una franja de luz natural que perfila y remarca esta circulación vertical incrustada en el volumen principal.


Esquema 5


Esquema 5


Plantas y Cortes

Planta


Seccion 1

Seccion 2


La materialidad:



© Andrés Villota


Al observar El Teatro Politécnico inmediatamente resalta 2 características fundamentales. La primera, su materialidad de hormigón visto muy utilizada por Oswaldo de la Torre con su propia técnica, y la segunda la forma escultórica, pesada y maciza del teatro como resultado de la primera, que es combinada con otros materiales similares (sobrios y duros) como la piedra que parte del suelo y sube en su fachada.



© DumusUrbano, Carlos Vayas
La complejidad de su volumen y forma es notoriamente dada por la plasticidad del material, que a pesar de ser hormigón, en su proceso de construcción simplemente adquiere la forma del molde o encofrado que se lo coloque. Pero que a su vez representa varias dificultades en su acabado final si realmente no se lo sabe utilizar e implementar adecuadamente. Factor en el que El Teatro Politécnico es simplemente impecable, ya que en sus fachadas no existen fisuras generadas por un mal fraguado del hormigón, ni huecos por un mal compactamiento del hormigón vertido, ni otra caracteriza en la que existan fallas que se evidencien en el hormigón visto sino mas bien lo contrario, se nota tan solo por la textura, tonalidad y estética del teatro que al momento de ser construido se denominaba la técnica del hormigón visto. Permitiendo de esta manera darle a la volumetría general varios detalles estéticos y escultóricos particulares.



© David Sánchez

Esto es lo hace un gran ejemplo del movimiento brutalista que tuvo su auge entre las décadas de 1950 y 1970. Que se caracteriza por geometrías angulares repetitivas, y las texturas de los moldes que se emplearon para dar forma al hormigón. En donde se representa el material en bruto, tal cual lo hace Oswaldo de la Torre en el Teatro Politécnico con el hormigón visto y la piedra abusardada que se encuentra en la plaza frontal y sube por los muros del ingreso principal.


© DumusUrbano, Carlos Vayas
Además de estas particularidades es imprescindible resalta el manejo de la luz en la composición del teatro, en donde se nota por las pequeñas claraboyas superiores, el borde superior de cristal en el ingreso y la línea continua en la circulación vertical exterior, que Oswaldo de la Torre poseía esa sensibilidad para filtrar la luz y combinarla con los materiales vistos para así generar varias sensaciones espaciales. Cualidades que hacen del Teatro Politécnico un icono dentro de nuestra ciudad.


Bibliografia:

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