13.3.14

EDIFICIO CADENA ARTEAGA

Autor: Karl Kohn
Análisis y digitalización: Daniel Andrade






 



































Karl Kohn:
Un artista nato

Para entender a Karl Kohn como artista es vital adentrarnos brevemente en el contexto histórico de su vida. Nació en Praga en 1894, fue formado en un entorno familiar muy religioso, se graduó como ingeniero arquitecto, con tendencias Art Nouveau, Art Deco, cubistas y racionalistas. Combina su profesión con la milicia, siendo parte del ejército Checo, donde llegó a ser capitán. Logra afianzarse como arquitecto junto con su hermano con una firma llamada “Kohn  Architecht” -su mercado fue de un alto nivel económico. Sin embargo, por el entorno bélico en que se encontraba su país frente al gobierno de Hitler, Kohn y su familia se ven obligados a huir de Europa (Monard, 2010).

Aunque su objetivo no fue el de radicarse en Ecuador, Kohn termina estableciéndose en Quito. El país lo cautivó. Sus obras pictóricas lo demuestran, pues a su llegada,  y a pesar de no conocer el idioma, se dedica a capturar los momentos y los lugares que lo impactaron y que formaron parte de la decisión para iniciar una nueva vida como arquitecto en este país. 

El edificio Cadena Arteaga es uno de los proyectos que Karl Kohn planteó para Quito. No llegó a construirse. Se lo planificó para la entonces pujante Av. 10 de Agosto, una de las principales arterias longitudinales de la ciudad, que permitía el adosamiento de edificios en altura con el propósito de que se generara una fachada urbana continua.  

Kohn, con una mentalidad visionaria plasma en este edificio ciertas características innovadoras incluso hoy en día. Maneja un uso mixto, muy característico de la teoría actual del urbanismo, ubicando locales comerciales de doble altura en planta baja, generando un acercamiento al edificio muy atractivo. Las dos primeras plantas son de oficinas y los siguientes pisos son  de vivienda.
El edificio en conjunto muestra claramente una postura modernista, con una horizontalidad en su base, generada por los locales comerciales. Los apartamentos definen la verticalidad de este elemento, para finalmente rematar con una terraza jardín.

La funcionalidad es también una de las características de la arquitectura de Karl Kohn. En esta obra la podemos apreciar en la distribución espacial de la vivienda, un elemento que nos regresa a la época en la cual se proyectó el edificio: los espacios se caracterizaban por ser amplios, con recibidores que dotaban de mayor privacidad a la vivienda, con halls conectores que evitaban la introducción de grandes corredores inútiles, con espacios de servicio cuyas áreas eran aptas para un óptimo desempeño, etc. Todo está encaminado a ofrecer el mayor confort posible.

El conocimiento extenso manejado por este arquitecto se nota claramente en la diversidad de teorías que conjuga en este proyecto. Detalles como los remates redondeados en el último escalón de las gradas privadas o el diseño de las escaleras generales en base a una suerte de semicírculo nos muestran los vestigios de la influencia Art Deco y Art Nouveau en su obra. La simetría es un elemento muy notorio en plantas y fachadas y aunque no es una característica típica de los proyectos de Kohn, se consolida en una propuesta única, por su hibridez, capaz de responder a los requisitos del programa y los intereses estilísticos del autor. El Edificio Cadena Arteaga se levanta sobre una planta rectangular. Su forma es simple y regular; sin embargo, se complejiza el elemento a través del manejo de dos balcones de base triangular; a los cuales se divide con un acristalado cóncavo ubicado justo en la mitad del elemento y que recorre la altura del edificio, como un cilindro que introduce un elemento continuo, unificando el conjunto y rompiendo la percepción de un edificio de diez plantas apiladas una sobre otra, sin relacionarse entre ellas.

La versatilidad de las edificaciones de Kohn se caracteriza por la introducción de formas orgánicas en un sistema racional y funcional. Son muestra de su gran capacidad para entender el entorno y las necesidades de diversos usuarios. Su mentalidad visionaria, el dominio de varias teorías de diseño y la facilidad con la que entiende el medio donde implanta sus proyectos hacen de Kohn un gran arquitecto y, por sobre todo, un artista. El nivel de detalle que maneja es impresionante. Se lo ve en sus obras, más que en sus planos. Cuando se las visita, uno se pregunta “¿Cómo pudo alguien pensar en tantos detalles?”: mecanismos dinámicos, sistemas de riego para los jardines, mobiliario polifuncional, diseño de luminarias... Ademas es un gran pintor, dibujante y orfebre. Realmente Karl Kohn es un artista, nació para serlo, es un artista nato.

No hay comentarios:

Publicar un comentario